ERROR ETERNO.... (O CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA)


Querido Diario:
Conocí a un muchacho maravilloso que me tiene entusiasmada. No he podido dormir en días pensando en que me llame y me invite a salir. Es uno de esos hombres que con sólo mirarlo una se da cuenta. Me aterra que haya ignorado la tarjetita que le dejé con mi número. No creo, porque le noté un interés instantáneo en mí. Me miró con una intensidad que no puede ser casual. Seguro que me llama. Me voy a tranquilizar. Debe ser que está demasiado ocupado, como tiene su propia empresa y eso.

Querido Diario:
No estaba equivocada. Ha sido una noche fantástica. Creo que nunca había conocido a alguien tan seguro de sí mismo, tan plantado y varonil. Me hizo sentir como una princesa durante toda la cena. Es maravilloso y me da pánico enamorarme. Bueno, ya es demasiado tarde para eso porque a ti no te puedo mentir: estoy postrada. Lo que me preocupa es no haberle causado la misma impresión. ¿Y si no me llama más? No puedo dejar de preguntarme ¿que seré yo para él, qué será lo que quiere de mi? En fin, que tampoco he podido pegar un ojo en toda la noche, en realidad porque lo que más me aterra es que desaparezca y tenga yo que volverme a inventar una vida sin él. No creo. Lo sentí sincero. Me voy a tranquilizar. Seguro llama mañana. O pasado.

Querido Diario:
No puedo dejar de notar la envidia que me tiene Cris. Sé que es mi amiga desde hace quince años, pero se la noto. Claro, como ella nunca se ha enamorado así. Bueno, yo tampoco, pero me tocó a mí, qué le voy a hacer. Creo que me voy a distanciar de ella no vaya a ser cosa, una nunca sabe. El caso es que me pidió matrimonio y eso es lo que Cris no soporta, como ya tiene treinta y dos. Yo le dije que sí, desde luego. Me siento tan afortunada. No lo puedo creer. A veces me pregunto qué fue lo que hice para que el amor verdadero llegará a mi puerta. La verdad, no sé si me merezca a un hombre tan extraordinario. Me hace sentir tan protegida, tan mujer. Me da pena decirlo, pero me hace totalmente feliz.

Querido Diario:
Me da miedo vivir de tanta felicidad. ¿Y si lo pierdo? Ay, me pongo tan tonta. Él me ha demostrado que es el hombre de mi vida, mi único amor, pero es que con los preparativos de la boda estoy demasiado ansiosa y no he dormido nada. El vestido es precioso, tiene cola y es crema, que el blanco tan blanco después de los treinta como que se ve raro. Él se encargó de la fiesta y como todo lo hace tan bien yo me concentré en mí. Me he estado haciendo de todo para ponerme bella para él. He perdido seis kilos y la lista de invitados va por doscientos catorce. Por cierto, no invité a Cris.

Querido Diario:
Aruba es preciosa. Estoy que no puedo creer tanta felicidad, tanto amor.

Querido Diario:
Tu dirás que yo estoy loca, pero desde que regresamos del viaje lo noto cambiado. Tengo una angustia entre pecho y espalda que no se me quita. A lo mejor es que no estoy acostumbrada a la convivencia, pero te digo, creo que mi gordo ya no es el mismo. Es como si la bendita ceremonia hubiera actuado como una pócima siniestra y me lo hubiera cambiado.

Querido Diario:
Debo reconocer que estoy harta de esta mediocridad. Ya no hay romance. Siento que todo se está derrumbando y que definitivamente mi marido es otro. Bueno, tanto como eso no, porque sigue teniendo la misma lipa horrorosa y el mismo mal humor, pero es que no sé, lo noto además apático, blandengue, fofo. A lo mejor siempre fue así y lo que cambió fue mi percepción de él. Lo cierto es que esta mañana me detuve a verlo dormir y lloré. Me dio, debo decirlo, asco. Sentí tanto miedo, me vi tan sola que tuve el impulso de llamar a Cris. A pesar de todo, ella me comprende como nadie. Claro, no le voy a contar lo que me pasa, le voy a decir que todo bien, perfecto y eso, a ver si contándole el cuento a ella me lo creo yo. Después de todo yo se lo dije a él al terminar la ceremonia: primero viuda que divorciada, que no pienso darles el gusto. Así que no hay alternativa. Tenemos que hablar. No le voy a reclamar nada para no lanzarlo en los brazos de su amante, pero le voy a exigir que ponga de su parte porque este error es para toda la vida...

SUPONGO QUE EL VIENTO NOS SACO LO SARCASTICO...

DIARIO DE UNA MUJER A DIETA....


Querido Diario, hoy comencé a hacer dieta. Preciso perder 8 kg. El médico me aconsejó escribir un diario donde debo colocar mi alimentación y hablar de mi estado de ánimo...


Me siento de vuelta en la adolescencia pero estoy muy entusiasmada con todo. Por más que la dieta sea dolorosa, cuando consiga entrar en ese vestidito negro maravilloso, va a estar todo perfecto...

Primer día de dieta.
Un pedazo de queso blanco. Un tazón de cereales diet. Mi humor está
maravilloso. Me siento más liviana. Un leve dolor de cabeza tal vez...

Segundo día de dieta.
Una ensaladita rápida. Algunas tostadas y un vaso de yogurt. Aún me
siento maravillosa.
La cabeza me duele un poquito más fuerte pero no es nada que una aspirina no pueda solucionar.

Tercer día de dieta.
Me desperté en el medio de la madrugada con un ruido extraño...
Creí que era un ladrón, pero después de un tiempo me di cuenta que era mi propio estómago haciendo un ruido que daba miedo...
Tomé un litro de té... Estuve orinando el resto de la noche.
Anotación: Nunca más tomo té de manzanilla.

Cuarto día de dieta.
Estoy comenzando a odiar la ensalada. Me siento una vaca mascando pasto.
Estoy medio irritada. Pero creo que es el tiempo... Mi cabeza parece un tambor... Mi compañera de trabajo comió una torta alemana hoy en el
almuerzo. Pero yo resistí.
Anotación: Odio a mi compañera de trabajo.

Quinto día de dieta.
Juro por Dios que si yo veo un pedazo más de queso blanco en mi frente, vomito! Mi almuerzo, una ensalada, parecía reírse en mi cara... Preciso calmarme y volverme a concentrar.
Compré una revista con una modelo en la tapa. Mi meta. No puedo perder el foco.

Sexto día de dieta.
Estoy muerta. No dormí nada a la noche. Y lo poco que conseguí soñé con un flan de vainilla. Creo que hoy mataría por un pedazo de alfajor...

Séptimo día de dieta.
Fui al médico. Adelgacé 250 gramos. Es una joda! Toda la semana comiendo pasto. Solamente me faltó mugir y perdí 250 gramos! El explicó que es normal. La mujer demora más en adelgazar, más a mi edad...
El HDP me llamó gorda y vieja!
Anotación: Buscar otro médico.

Octavo día de dieta.
Fui despertada hoy por un pollo asado ¡Lo juro! Él estaba en la punta de la cama danzando can-can.
Aclaración: Mis compañeros de trabajo me empezaron a mirar raro...

Noveno día de dieta.
Hoy no fui a trabajar. El pollo asado me volvió a despertar, danzando la danza del vientre esta vez. Pasé el día en el sofá viendo TV Creo que existe un complot. Todos los canales pasaban recetas de cocina. Enseñaban a hacer tarta de frutillas, lasaña y selva negra...
Anotación: Comprar otro control remoto, en un arranque de furia, lo tiré por la ventana.

Décimo día de dieta.
Odio a la modelo de la tapa de la revista.

Décimo primer día de dieta.
Pateé al perro de mi vecina. Grité como una loca. El cadete no entra más a mi oficina y las secretarias se tiran contra la pared cuando yo paso.

Décimo segundo día de dieta.
Sopa.
Anotación: Nunca más juego póquer con el pollo asado. El roba.

Décimo tercer día de dieta.
La balanza no se mueve. Ella no se mueve! No perdí un mísero gramo!
Comencé a reírme a carcajadas. Asustado, el médico, sugirió un psicólogo. Creo que llegó a decir psiquiatra. ¿Será porque yo lo amenacé con un bisturí?
Anotación: No vuelvo más al médico, el pollo cree que es un charlatán.

Décimo cuarto día de dieta.
El pollo me presentó unos amigos. El lomo es muy buena gente, y la torta, aunque está medio enfadada, es una dulce.

Décimo quinto día de dieta.
¡Maté a la modelo! La corté en pedacitos al igual que a todas las fotos de las modelos súper flacas que tenía en mi casa..
Anotación: El pollo y sus amigos están fastidiados conmigo. Comí un pedazo del Sr. Pan. Pero fue en legítima defensa. El me amenazó con un pedazo de salame.

Décimo sexto día.
No estoy más a dieta. Enojadísima con el pollo, me lo comí junto con el pan.
Y arremetí con la torta. ¡¡¡Ella realmente era un dulce!!!


APORTADO POR EL LEFIO DE MIGUEL.... QUIEN MAS????


Después de pasar por el baño, y entre dormidas pegamos un alarido al ver esa bruja que nos mira desde el espejo, con una especie de aspecto de “que horror” tratando de negar que, “esa” pueda ser yo…pero sí soy yo, dice mi parte conciente que rara vez me abandona; pero un poco desfigurada me digo cariñosamente para no dañar demasiado mi autoestima y sigo a los tumbos hasta la cocina y me preparo un café, pero por alguna razón el agua tarda mas que otras veces en hervir, o a mi me lo parece, y yo sin poder fumar!!!!

Claro no les conté, que estoy cambiando de habitos alimenticios y de vida, ya, pero el deseo me carcome cada día de mi vida, entonces tomo agua, una copa, dos, o más… dicen los que saben, que calma la ansiedad…pero casi nada.

Entonces me digo mientras pongo música, de ritmo africano, podría hacer un poco de gimnasia, de paso, gasto un poco de calorías, ya que al dejar mi ritmo habitual de vida, aumenté unos cuantos kilos de más, que por alguna razón que desconozco, se me han instalado y no hay forma de bajarlos.

Entonces me digo, basta de lamentos!! Y escribo unos pasos, para intentar mejorar este día y otros que por ahí, tenga en el futuro de color gris acero, gris perla o similar:

  1. Vuelvo a entrar al baño y busco en el botiquín, mi mágica crema anticelulítica, reductora y otras yerbas, que tiene un rico olor a menta o quizás a alcanfor, vaya uno a saber.
  2. Me masajeo todo el cuerpo con cariño, porque lo noto maltrecho.
  3. Busco en el botiquín, algo para el alma, pero no hay, entonces pongo música suave, programo mi computadora para que suene por un rato largo.
  4. El paso siguiente, la cara, primero limpio bien todos los restos de maquillaje y trato de arrastrar también con un algodoncito embebido en loción limpiadora los signos de malhumor, rictus y arrugas que aparecieron de la noche a la mañana.
  5. Me doy una ducha, reparadora, me seco con cuidado y de nuevo en cremo mi cuerpo, y mi cara, pero esta vez con cremas suavizantes e hidratantes.
  6. Envuelta en una toalla, tomo el teléfono con toda la intención de llamar a alguna amiga que quiera tomar un café conmigo…pero nadie contesta…
  7. Decido salir a caminar, sola, en mi agradable compañía, me pongo un pantalón cómodo, zapatillas, un sueter bien grande, ya estoy lista.

    El día está hermoso, el sol a pesar de ser de invierno calienta agradablemente, el perfume de algunos arbustos y flores mas el canto de los pájaros, hacen que el conjunto haya transformado mágicamente o no tanto, mi día gris en un día azul

Seguidores

PAGINAS AMIGAS

http://www.madamealbert.com.mx/woman-c2lh http://elespaciodemartha.blogspot.mx/ http://xochitlndc.blogspot.mx/ http://cronicadeunaamantedeloslibros.blogspot.mx/ http://creadasaimagendedios.blogspot.mx/