LAS EGIPCIAS
Christian Jacq nos revela que la mujer era tratada de igual a igual en el Egipto faraónico, dando a conocer las vidas de mujeres célebres, como Nefertiti o Cleopatra, y también de mujeres desconocidas.
En el Egipto faraónico, la mujer era tratada igual que los hombres tanto en el terreno material como en el espiritual. Christian Jacq nos introduce en este mundo y nos invita a conocer a las egipcias, fuesen reinas-faraón, «esposas reales», amantes, prostitutas, madres, trabajadoras o sacerdotisas.
El autor nos habla no sólo de egipcias famosas, como la diosa-reina Isis, las reinas-faraón Hatsepsut, Nefertiti o Cleopatra, sino también de mujeres que fueron visires, escribas, comerciantes, «adoratrices divinas» y cantoras, instrumentistas o bailarinas de los templos. La egipcia podía casarse con el hombre que quisiera, divorciarse con la seguridad de recibir una pensión alimenticia, legar sus bienes o heredar los de otro. Podía ser jefe de una empresa, especialista en finanzas, propietaria de tierras, administradora, o consagrarse a los misterios revelados en los santuarios.
La civilización faraónica confería a las mujeres una posición excepcional en comparación con otras culturas del mundo antiguo, posición que en las sociedades modernas aún no se ha conseguido igualar. En ellas descansaba realmente el bienestar de la familia. En esta obra, Christian Jacq nos ofrece una visión sorprendente y fascinadora de la sociedad faraónica y nos hace compartir, a través del retrato de sus heroínas egipcias, una idea muy particular de felicidad.
Esta obra nos narra una visión de las mujeres del antiguo Egipto, que nos sorprende en cada página, descubriéndonos a cada una de las reinas y mujeres importantes de la época faraónica.
La igualdad de derechos que tanto reclamamos desde hace siglos, las mujeres, la tenían ya en aquellos tiempos. Una mujer podía elegir marido, divorciarse de su marido y recibir una pensión alimenticia. Podía ser heredera y legar a quien quisiera sus bienes.
En cuanto a los trabajos, podían optar como cualquier hombre, al que quisieran. Pero supongo que sólo accederían aquellas que pertenecieran a determinado rango social.
El libro se divide en 4 partes:
1.- Mujeres en el poder. Aquí nos habla de la reina Isis con su leyenda.
Merit-Neith, que bien pudiera haber sido la primera faraona de Egipto.
Hetep-Heres, la reina madre de Keops.
La misteriosa Meresanj guardiana de los textos sagrados.
La reina Jenet-Kaus, una perfecta desconocida aún.
Las mujeres del faraón Pepi II.
Nitokris, la primera mujer oficialmente faraón. Hermosa y valiente.
Sobek-Neferu, faraona antes de la llegada de la invasión de los hicsos
Iah-Hotep, la libertadora de Egipto y condecorada como general.
Ahmés-Nefertari, la esposa del Dios.
La reina Hatsepsut convertida en faraón, y toda una época de paz en Egipto.
Tiy, en el trono de Egipto
Nefertiti, la esposa del Sol, y tan conocida por su rostro.
La gran maga y esposa de Tutankamón, Anjesenamón que daba a su marido la energía para gobernar.
La dulce reina Mutneyemet, casada con el general Horemheb, que llegaría a gobernar durante 28 años.
La reina Tuy, esposa de Seti I, y madre de Ramsés II.
Nefertari, la gran esposa real de Ramsés II
Tausert última reina-faraón.
Arsinoe II.
Y por fin la conocida Cleopatra.
2. Mujeres enamoradas, esposas y madres.
Matrimonios y parejas por igual.
3. El trabajo de las mujeres.
Mujeres visires y de alta función pública. Mujeres escribas. Mujeres médicos.
Mujeres de negocios, Jefas de empresas, Mujeres financieras, propietarias, interinas, mujeres como jefes de obras, pilotos de barco.
Mujeres legatarias y herederas.
4. Iniciadas y Sacerdotisas.
Las sacerdotisas de Hator, de Isis, las adoratrices divinas....
Todo un mundo, el egipcio, del que tanto conocemos y tanto desconocemos a la vez.
¿Qué hemos avanzado desde entonces?. ¿Vamos para atrás en lugar de ir hacia delante?.
El lenguaje que utiliza Christian Jack es bastante asequible para todo el público.
Este libro me gustó mucho porque descubrí una faceta muy importante para mí, ya que soy gran admiradora y curiosa por la cultura egipcia. Me descubrió que la mujer en aquella época era considerada como una persona, cosa que no ocurre mucho en la actualidad.
Aconsejo leer este libro a todo aquél que esté interesado por saber algo más de esa fascinante cultura.
NO HAY SILENCIO QUE NO TERMINE
En 'No hay silencio que no termine' relata sus días los complejos hilos de las relaciones personales entre los distintos prisioneros, la lucha por conseguir una ración de comida o la compañía de un diccionario, los tan anhelados minutos de comunicación con su madre y sus hijos a través de un programa radial, sus intentos de fuga, la muerte de su padre. Así mismo da su visión acerca de todo aquello que rodeó su cautiverio el día de su secuestro, las relaciones con los comandantes de las FARC, la posición de Francia y su lucha por conseguir su liberación, las negociaciones y los esfuerzos del gobierno y las autoridades colombianas.
El 2 de julio de 2008, en lo que se denominó como la Operación Jaque, el Ejército colombiano la rescató en un impresionante operativo que le dio la vuelta al mundo, y que regresó a la libertad a Ingrid Betancourt, junto a los tres contratistas norteamericanos, siete miembros del Ejército nacional y tres de la Policía.
CAUTIVA
Clara Rojas es secuestrada por las FARC cuando acompañaba a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt en una gira por el sur del país. Transcurrirían seis años antes de que ambas fueran liberadas.
¿Qué pasó durante ese interminable cautiverio?
¿Cómo se sobrevive en la selva en las condiciones más precarias?
¿Cómo resistir el trato inhumano de la guerrilla?
¿Cómo soportar la indigencia total, el aislamiento, el riesgo permanente de morir?
En fin, ¿cómo reaccionar cuando se descubre, en semejante contexto, que se está embarazada?.
En fin, ¿cómo reaccionar cuando se descubre, en semejante contexto, que se está embarazada?.
Clara Rojas narra desde el fondo de su corazón una espantosa experiencia: el traumatismo del rapto, la vida cotidiana en cautividad, las tensiones entre los secuestrados, sus tentativas de evasión y las relaciones con los guerrilleros, así como su amistad con Ingrid Betancourt, que no resistió esa difícil prueba.
El embarazo y el nacimiento de su hijo, Emmanuel, en pavorosas circunstancias. Su inmenso dolor cuando, ocho meses después, las FARC le arrebataron al bebé. Los tres años de lucha para reencontrarse con su hijo. Su euforia cuando, por fin, pudo tomarlo en sus brazos. La autora nos hace compartir su historia, su valor, su fe. Nos confía sus sufrimientos, sus heridas y sus momentos de felicidad cuando la esperanza se impuso a la barbarie.
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