¿QUE TIPO DE PADRE QUIERES SER?
Un día vi en la televisión una noticia que me impactó. Una madre fue detenida por la policía junto a su hijo mientras asaltaban juntos un banco. La policía quedó estupefacta cuando supo que la madre, una honrada y humilde trabajadora, estaba “ayudando a su hijo” a conseguir dinero para comprar droga. Esta noticia también apareció en la prensa y los argumentos de la madre eran de los más tiernos, eran del tipo: “Mi hijo es muy cariñoso y es lo más importante del mundo para mí”. “Sé que está mal lo que he hecho pero hago lo que haga falta para hacerle feliz”. “Desde muy pequeño era muy cabezota y conseguía todo lo que quería”. “Es que mi hijo tiene mucho carácter y no puede cambiar”. “Él es como es, siempre ha sido así, pero es muy bueno conmigo”.
Unos meses más tarde vi otra noticia que me impactó todavía más. Una madre había denunciado a su hijo porque estaba traficando con droga. Lo observó, lo siguió, fue recogiendo pruebas y las guardó. Intentó como madre sacar por todos los medios a su hijo del “negocio” en el que se estaba metiendo. Le buscó un trabajo y le dijo que aunque viviera en casa a plato puesto todo lo que ganara para él, pero el hijo vio que ganaba mucho más dinero con el trafico de droga... y abandonó el trabajo, con el argumento de que él no había nacido para trabajar para otros, para tener jefes, para tener un horario y para dedicar ocho horas de su vida cada día al trabajo. Antes de que “el negocio” fuera a más, la madre lo denunció, y con las pruebas de todo tipo que había ido acumulando, el hijo acabó en la cárcel.
Algunos de nosotros somos padres o madres, otros lo serán con el tiempo... y esta historia para pensar... ¡da que pensar! El mundo no es perfecto, nosotros tampoco y nuestros hijos tampoco... aunque sean nuestros hijos y los queramos mucho. Lo que aprendí de estas dos noticias es algo que no me había planteado jamás en mi vida. ¿Qué habría hecho yo? ¿Qué tipo de padre quiero ser?
Dice José Antonio Marina en “La educación del talento” que para educar a un niño hace falta la tribu entera. También dice que tan importante es la educación que tú le das a tus hijos como la educación que tienen los amigos de tu hijos... ¡que pueden influir en él/ella mucho más que tú! El deseo de divertirse y de ganar dinero es absolutamente universal, pero el intentarlo a través de “vías rápidas” es cultural, de entorno y de valores. Hay que estar muy atentos a la “cultura”, al “entorno” y a los “valores” en los que nos movemos y los que se mueven nuestros hijos.
Tristemente siguen apareciendo noticias de maltrato y de violencia de género en el que mueren de manera violenta algunas mujeres. ¿Qué clase de “cultura” y de “subcultura” hemos creado que algunos hombres matan a sus mujeres o ex mujeres… que son las que nos dan la vida? Me pregunto si alguno de estos hombres no serían ya desde pequeños “niños que tienen mucho carácter” o “niños que siempre consiguen lo que quieren” o “niños que no aceptan un NO por respuesta”. Me pregunto si la madre que acompañaba a su hijo a asaltar un banco no era ya una mujer psicológicamente maltratada y sometida a la dictadura de un niño que creció consiguiendo todo lo que quería.
De todo lo que nos rodea en la vida se puede aprender algo y hay errores que es mejor aprenderlos en las noticias (aunque sucedan a miles de kilómetros) que cometerlos… ¡por no poner la debida atención y darles solución en su momento!
Eleanor Roosevelt lo sintetiza magníficamente: "Aprende de los errores ajenos. No vivirás lo suficiente como para cometerlos todos".
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