¿TE ESTÁS CONDENANDO A NO SER FELIZ?

Existen muchas personas que no aprenden. No les basta con la cantidad de libros de autoayuda que se editan todos los años o con la cantidad de recursos que existen en la red y que explican, con más o menos acierto, qué hay que hacer para vivir felices y alegres.
No les vale tampoco la ayuda de familiares y amigos, ni tampoco se animan a consultar a un psicólogo/a y poner fin de una forma definitiva a su estado de ánimo deprimido. Se trata de personas que “trabajan muy duro” para estar tristes todo el día o que viven condenados a no ser felices.
“Cuidado con la tristeza. Es un vicio”. Gustave Flaubert
Seguro que todos, en un momento u otro de la vida, nos hemos sentido tristes o deprimidos. Y hemos sentido la necesidad de superar esa situación, pues no se trata de una sensación agradable y buscamos superar este momento ya sea mediante nuestros propios recursos o pidiendo ayuda a personas de confianza de nuestro entorno más próximo. Sin embargo, existe gente que no sabe, no quiere o no puede salir de esa situación deprimente.
“La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces solo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste”. Séneca
¿Qué hacen las personas tristes para sentirse de esta manera?
  1. Son muy autoexigentes todo el tiempo. Eso les produce frustración que deriva en estrés y finalmente en tristeza, ya que pocas veces consiguen hacer todo a la perfección.
  2. Dan muchas vueltas a cualquier cosa, por pequeña que sea. No saben solucionar sus problemas y tan solo saben pensar en ellos, derivando en tristeza y ansiedad.
  3. Piensan que los demás “deben” tratarlos de una manera muy especial en todo momento. Como difícilmente esto se cumple, sienten por ello una profunda decepción y tristeza.
  4. Piensan que “no deberían” sufrir nunca ningún contratiempo ni sufrimiento. Como es algo relativo y que puede por ende variar, suelen sentirse desdichados por ello.
  5. No tienen ningún propósito o proyecto “real” en la vida. Viven casi siempre desesperanzados.
  6. No saben relajarse. Están estresados todo el día.
  7. No tienen el más mínimo sentido del humor. Ya no recuerdan cuándo rieron a carcajadas por última vez y todo se lo toman muy en serio.
  8. Tienen una baja tolerancia a la incertidumbre. Como la vida es incertidumbre, se sienten tristes muy a menudo.
  9. No han aprendido a “saborear” los buenos momentos que ofrece la vida. Se centran y se enfocan en lo negativo.
  10. Tienen baja tolerancia a la frustración. Interpretan los problemas cotidianos, por pequeños que sean, como catástrofes.
  11. Necesitan tener muchas cosas, cuantas más, mejor, para sentirse alegres. Como a menudo no lo consiguen, se sienten tristes.
  12. Piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Viven más en el ayer que en el aquí y en el ahora. Son melancólicos por naturaleza.
  13. Piensan que la vida “debe ser” extraordinariamente justa con ellos. Como “no” lo es, siempre estan tristes y enfadados.
  14. No se desconectan. No apagan el móvil/celular ya que les interesa más el mundo virtual que el real.
  15. No saben ser asertivos
     y, por tanto, no saben decir NO.
     Esto les provoca una gran decepción.
  16. No suelen valorarse. No reconocen sus puntos positivos, ya que su autoestima está casi siempre muy baja.
  17. No saben perdonar. Son muy rencorosas y se les hiere con facilidad.
Estás a tiempo de realizar algunos cambios en tu vida encaminados a sacar todo el provecho posible a tu existencia. No malgastes tu tiempo en cosas que no te aportan nada positivo y cuida lo que tienes AQUÍ Y AHORA. Ten presente las palabras del gran Federico García Lorca:

“Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar”

LA MUJER QUE NO SE SIENTE AMADA

... Y cuando le hablo suelo esperar que sonría conmigo o tal vez una caricia espontánea que elimine de mi cabeza ese pensamiento de no ser la mujer que él ama. No sé si exijo mucho, pero eso de sentir que siempre me queda faltando me llena de tristeza, me llena de melancolía.



Las mujeres amamos de una forma y los hombres de otra, es una de esas frases que se escuchan por ahí, entonces si es así yo respondo: ¿para qué amar si la respuesta de ese a quien amas no es lo que tu anhelas del amor? 

Yo no me quedo en silencio y sintiendo todo esto en soledad, yo lo hablo con él, con ese hombre que para mi es maravilloso, ese hombre a quien deseo, ese, que no me ama igual, ese de quien nada recibo, ni un “lo intentaré”, ni siquiera una caricia por consuelo, solo me dice un triste y humillante “yo soy así”… esas tres palabras que te dejan fría, sin ganas y con el corazón lleno de tristeza y por qué no, humillado y melancólico.

Melancólico por el ayer, por los recuerdos del pasado, por los momentos en que feliz y espontáneamente me abrazaba y me besaba y decía que me amaba… sí, es que hubo un tiempo en el que él, ese que hoy no puede amarme como quiero, me decía y me afirmaba que me amaba y me deseaba, que era yo la mujer de su vida. 

No sé si el tiempo y los años, quizá la convivencia hagan cambiar los sentimiento, solo sé que es algo que no quiero para mi, es algo que no me hace feliz. Siento incompleto ese amor que un día fue, ese amor que hace un tiempo disfruté.

El amor es como un trípode, si Eros (deseo), Philia (amistad) o Ágape (cuidado por el otro) llegan a faltar en una relación tarde o temprano aparecerá el sufrimiento, pues son importantes cada unos de estos tres elementos para disfrutar de un amor bueno, sano y sentirse bien en pareja.

Seguidores

PAGINAS AMIGAS

http://www.madamealbert.com.mx/woman-c2lh http://elespaciodemartha.blogspot.mx/ http://xochitlndc.blogspot.mx/ http://cronicadeunaamantedeloslibros.blogspot.mx/ http://creadasaimagendedios.blogspot.mx/