Tan sólo en México este padecimiento ya supero al cáncer cervicouterino: 13.9% de las defunciones por tumores malignos corresponden al del cuello del útero (cérvicouterino) mientras que 15% al de mama; el de hígado y vías biliares intrahepáticas ocasionó 9.2% de las muertes.

Según cifras oficiales mencionan que cerca de 18% de los casos de cáncer de mama se diagnostican en mujeres de 40 a 49 años de edad, mientras que alrededor de 77% de las mujeres con este tipo de cáncer, son mayores de 50 años en el momento del diagnóstico. Aunque ya es más recurrente casos de mujeres entre 20 y 30 años.

De ahí la importancia de crear conciencia en las mujeres para prevenir la enfermedad a través de métodos como la autoexploración que consiste en realizar una palpación en mamas a fin de poder detectar algún tumor. Se recomienda a las mujeres en edad reproductiva realizarse este examen al finalizar la menstruación, mientras que las que hayan llegado a la menopausia deben de escoger un día al mes para realizarlo.

También deben acudir al doctor si una mama presenta un aumento o reducción de tamaño en relación con la otra, si del pezón brota un líquido claro, lechoso o sanguinoliento y no se encuentra en periodo de embarazo o lactancia, si el pezón se retrae o tiene llagas, o aparece un bulto en la axila o en el seno.

Como medida preventiva los especialistas recomiendan realizarse una mastografía y ultrasonido anualmente después de los 40 años. También las mujeres menores de 35 años que detecten algún cambio o abultamiento en los senos.

Es importante puntualizar que más de una tercera parte de los cánceres pueden prevenirse, difundir el mensaje a la población de que el cáncer de mama no siempre es sinónimo de muerte. Es curable si se detecta a tiempo, gracias a los nuevos tratamientos y el esfuerzo de familiares, médicos oncólogos y de las instituciones de salud y civiles.

En cuanto a pacientes con enfermedad avanzada ya es posible mejorar la calidad de vida con nuevos tratamientos y cuidados paliativos.