Unas breves pero útiles recomendaciones para conservar nuestro vientre plano sin tanto rollo.

No comas con refresco

De acuerdo con estudios, si una persona consume en promedio un litro al día de refresco normal (no light) subirá casi tres kilos en un mes. ¿Te suena descabellado? Hay quienes lo toman regularmente como sustituto del agua o para acompañar los alimentos; es más, México Alimentaria en su reporte de 2007 aseveró que ocupamos el segundo lugar mundial en consumo de gaseosas, lo que equivale a 300 millones de cajas. Mejor, bájale a las bebidas carbonatadas (que suelen incluir grandes cantidades de azúcar, sacarosa, glucosa y fructosa), y si quieres obtener esa sensación burbujeante, consume jugo natural con agua mineral.

Come semillas de girasol, nueces o pistaches como tentempié

Aunque suelen tener mala reputación, 28 gramos diarios te ayudan a la pérdida de peso, pues contienen grasas insaturadas (MUFA) que te ayudan a eliminar la grasa del vientre.

Masca chicle sólo en ocasiones especiales

Los que contienen azúcar tienen alrededor de 25 calorías por porción, tantas como un Kiss de Hershey’s. Si mascas 10 tabletas al día podrías ingerir hasta 250 calorías adicionales, lo cual se verá reflejado en tu peso. opta por los que no contienen azúcar, pues aportan casi cinco calorías por pieza. Un estudio de casos en la Charité Universitätmedizin, en Berlín, Alemania, descubrió que el sorbitol (una sustancia que se emplea para endulzar diversos productos sin azúcar, incluida la goma de mascar) se absorbe mal en el intestino, provocando gases, hinchazón y hasta diarréa cuando se consume en dosis elevadas (entre 25 y 50 gramos).

No añadas sal a los alimentos preparados

Aunque un análisis de estudios realizado en mayo del 2008 por el NHANES II (la base de datos de salud más grande de Estados Unidos) y publicado en el Journal of General Internal Medicine confirmó que en algunas investigaciones anteriores las dietas bajas en sodio no representan un beneficio; muchos otros dicen lo contrario. La Food Standart Agency , de Reino Unido, explica que la reducción en el consumo de sal tiene como consecuencia un significativo efecto en la baja de presión arterial en tan solo cuatro semanas. El sodio es escencial para la buena salud, pero no abuses: 2300 mg al día son más que suficientes, además, en exceso, podría provocar hipertensión y otros problemas cardiovasculares. Aunque prácticamente no contiene calorías ni contribuye a la absorción de grasas, la sal en demasía fomenta la retención de líquidos, lo cual se refleja en la báscula con kilos de más y te hace ver hinchada. Para prevenir, consúmela con moderación, evita los productos procesados y bebe dos litros de agua al día. También procura eliminar el salero de la mesa, pues cuando le añades a las comidas procesadas y que estás a punto de ingerir, podrías elevar la cantidad de sodio hasta 40%.

Saludos!