EL DIVORCIO EMOCIONAL SI EXISTE


En ciertas parejas, el Divorcio Emocional se da mucho antes del Divorcio Físico, pero en la mayoría de los casos, el Divorcio Emocional puede tardar años en darse y en ocasiones, nunca se logra, de modo que la relación de entre estas dos personas se convierte en una especie de cárcel de angustias de la que sus víctimas no pueden escapar tan fácilmente.
Un divorcio emocional ocurre cuando una persona logra romper exitosamente el lazo emocional que tiene con otra persona, rompiendo la primera imagen donde proyectaba un ideal, donde había conformado la “imagen del Amor perfecto, del Amor soñado”.
Cuando dos personas se encuentran y forman una unión romántica, ambas tienen necesidades emocionales las cuales son satisfechas por la pareja, hasta llevarlo al límite del compromiso. Y justo ahí todo comienza a desvirtuarse.
Mientras más “enamoradas” estamos, amigas, más dependemos de la persona que intenta satisfacer nuestras necesidades emocionales, porque nos sentimos mucho mejor cuando creemos que hay alguien en nuestra vida que nos está proporcionando el amor, la atención, ayuda, etc., que creemos necesitar, que deseamos. Le damos mucho valor a esa persona y esperamos que ella siguiera satisfaciendo nuestras necesidades emocionales.
Sin embargo recordemos que mientras ambas personas se sientan satisfechas consigo mismas y logren acompañarse en la vida, puede darse una pareja que crezca tanto individual como en su relación. Ahora bien, si pretendemos que la otra persona sea como yo quiero y viceversa no puede haber comunicación ni entendimiento, ya que pretendemos comunicarnos con nosotros mismos, no en balde se dice que el enamoramiento es narcisista.
El divorcio emocional se gesta en el nido de la pareja, alejándonos. Convirtiéndonos en extraños.
Lograr un divorcio emocional es un proceso difícil que requiere que el individuo esté dispuesto a trabajar fuertemente. Muchas personas necesitan ayuda profesional para poder pasar este proceso. Por eso se recomienda la terapia, ya que dar palabras a lo que de otro modo no puede expresarse, ocasiona una liberación.
En cualquiera de sus presentaciones, por lo general, al menos para uno de los miembros un Divorcio es difícil, y a veces el superarlo, la separación es toda una odisea y más cuando existen hijos de por medio, ya que ellos son otra historia dentro del mismo y generan nuevas relaciones, nuevos vínculos.
El momento de la separación, aunque ésta haya sido deseada, la mayor parte de las veces es dura: son muchos los cambios internos y externos que se provocan.
Si vemos la Escala de Evaluación de estrés, aplicada en las grandes ciudades de la actualidad, la separación matrimonial se encuentra ubicada en segundo lugar. Cambia el entorno, la relación con los vecinos, con los amigos y los hijos, acecha el fenómeno de la soledad y “el volver a empezar”, pero también quedan el dolor por “el fracaso”, el temor a no volver a formar pareja y el reinicio de la vida sexual. En esto no hay reglas y sí infinitas variaciones.
El primer dato a tener en cuenta es cómo fue la vida sexual, emocional, de vinculación de esa pareja que se deshizo porque eso también condiciona: si era relativamente satisfactoria quedará una cierta nostalgia con la añoranza de los códigos comunes y los placeres vividos, entrando, muchas veces, en colisión con nuevas relaciones que se puedan encarar.
Si pudiéramos hablar de etapas previas al divorcio emocional, sobre todo para aquellas en donde no están traslapando con otra relación, serían las siguientes:
EN LA PRIMERA ETAPA: resentimiento, reacciones de odio, palabras de humillación, conflictos cotidianos, chantajes emocionales, sensación de frustración, tristeza, ansiedad, impotencia, pérdida de apetito o del sueño, fatiga crónica, entre otras.
EN LA SEGUNDA ETAPA: necesidad de recuperación, frustración agudizada, descontento físico, alejamiento de relaciones nuevas, incapacidad para sostener cualquier responsabilidad o enajenación a través de sobrecarga de responsabilidades, odio hacia la ex pareja amorosa, daños planeados, auto-aniquilación, ganas de no despertar nunca, aislarse o morir, reacciones disparatadas, y pueden aparecer algunas fobias sexuales, etc.
EN LA TERCERA ETAPA: viene la aceptación y el darse cuenta de que la vida no se ha acabado, que el sol volvió a salir.
La separación matrimonial cambia el entorno, la relación con los vecinos, con los amigos y los hijos, acecha el fenómeno de la soledad y “el volver a empezar”, pero también quedan el dolor por “el fracaso”
En terapia, se trabaja sobre el plano emocional y afectivo. Se ayuda a la persona a dejar de ver el divorcio emocional como “otro fracaso en mi vida” para convertirlo en “una decisión tomada a tiempo”.
No quería despedirme de ustedes en esta ocasión, sin compartirles parte de un texto de Marguerite Yourcenar: Alexis o el tratado del inútil combate, que espero les invite a reflexionar sobre su relación, en el caso de estar en una situación de separación o de un divorcio emocional…
“Te pido perdón lo más humildemente posible, no por dejarte, sino por no haberme ido a tiempo”.

PACIENCIA Y ESPERANZA


Un pastor tenía dos ovejas y estaba contento porque las dos habían parido unos hermosos y juguetones corderitos.
Durante la noche, el pastor encerraba a sus dos ovejas en un corral que tenía muy cerca de la casa. Así se aseguraba que lobos y zorros no las mataran.
En las horas del día, las soltaba para que fueran a pastar por los cerros. Y aquel día las soltó, como siempre, y dejó a los corderitos en el corral. Es muy riesgoso soltarlos tan pequeños.
Las dos ovejas cruzaron el río caminando sobre su firme lecho de piedras. Las aguas del río serrano eran poco profundas y ellas lo cruzaban a diario. Pero al poco rato se desató un temporal muy fuerte y la lluvia fue repentina y torrencial. Las aguas descendieron de los cerros, se volcaron torrentosas en los pequeños arroyos y llegaron turbias al cauce del río, el cual se desbordó.
El pastor salió hasta la orilla porque sabía que se acercaba la hora en que sus ovejas regresarían para amamantar a sus críos y pasar la noche en el corral, y vio que sería imposible cualquier intento por cruzar aquel torrente de agua sin exponerse a ser arrollado y golpeado contra las piedras.
Una oveja se puso a pastar paciente en la orilla, esperando que las aguas bajaran; la otra se impacientó y comenzó a lamentarse: "Esta agua no descenderá y mis hijitos se morirán de hambre; aquí nos sorprenderá el lobo y nos moriremos". La compañera trató de calmarla: "No te impacientes, recuerda que ya vimos muchas crecientes en el río y siempre vimos las aguas descender, no nos pasará nada grave y mañana amamantaremos a nuestros hijos".
De nada valieron sus reflexiones, pues la oveja impaciente se arrojó al agua. El pastor la miraba impotente desde la orilla opuesta. La pobre oveja avanzó un par de metros, pero las aguas la vencieron y la arrastraron río abajo. El pastor y la compañera vieron cómo el cuerpo de la desdichada era llevado por la corriente, que la golpeaba contra todas las rocas salientes.
Al anochecer, las aguas ya habían descendido. Pastor y oveja se miraban desde las dos orillas. El pastor, que conocía bien los pasos menos riesgosos, entró al agua y -lenta y cuidadosamente- llegó hasta la otra orilla, ató una cuerda al cuello de su oveja y ambos volvieron a cruzar el río.
Los corderitos balaban en el corral. El pastor hizo que los dos huerfanitos mamaran de la oveja sobreviviente, que se constituyó en su madre adoptiva.

"Sin esperanza es imposible tener paciencia porque nadie espera lo imposible y la esperanza más hermosa es la que nace en situaciones más desesperantes. La impaciencia, con la que hoy se quiere alcanzar todo, es la que te hace perder la oportunidad de alcanzarlo mañana."


LO ESCENCIAL PARA EL CORAZON, ES INVISIBLE PARA LOS OJOS....


En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer: “¿Qué tipo de hombre estás buscando?”. Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos y le preguntó: ¿En verdad quieres saber?

Él respondió “Sí”. Ella empezó a decir:

“Siendo mujer en esta época, estoy en la posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mi. Yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre. Entonces estoy en la posición de preguntar, ¿qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?”

El hombre se le quedó viendo y claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero. Ella rápido, sabiendo lo que él estaba pensando, dijo:

“No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida”.

Él cruzó los brazos y, mirándola, le pidió que le explicara. Ella dijo:

“Yo busco alguien que luche por superarse, alguien con quién conversar y que me motive a ser cada vez mejor. Yo no necesito alguien mentalmente simple e inmaduro. Quiero alguien a quién admirar y que me admire por quien soy”.

“Yo estoy buscando alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito alguien con quién compartir mi fe en Dios, un hombre que me ame, pero que ame a Dios por encima de todo”.

“No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no busco riquezas. Busco a alguien que se esfuerce y trabaje hombro a hombro conmigo para sostener nuestro hogar, que no sea una carga más en espera de ser mantenido”.

“Yo necesito alguien suficientemente sensible para que comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.

“Yo estoy buscando a alguien a quien yo pueda respetar. Alguien que sea mi complemento en la vida”.

“Para poder apoyar a ese hombre, debo respetarlo y que me respete por lo que valgo. Yo no puedo ser sumisa con un patán”.

“Busco a alguien en quien pueda confiar, que me respete como su pareja y mejor amiga. No un hombre infiel, con un alma tan pobre que me irrespete y se irrespete a sí mismo entregándose a cualquiera solo por un momento de placer banal y animal”.

“Busco a un hombre que pueda ser digno ejemplo para nuestros hijos, mas no una vergüenza para ellos”.

“Yo aspiro a atender a mi pareja, simplemente él tiene que merecérselo. Dios hizo al hombre y a la mujer en iguales condiciones para apoyarse mutuamente. Yo no puedo ayudar a un hombre inútil, que no se puede ayudar a sí mismo”.

“Yo busco a un hombre sensible y con buenos sentimientos, porque él conocerá mis sentimientos con sólo mirarme a los ojos. Busco ternura”.

Cuando terminó, ella lo vio a los ojos. Él se veía muy confundido y con interrogantes.Él le dijo: “Estás pidiendo mucho”.

Ella le contestó: “Yo valgo mucho”.

CUANDO ME AME DE VERDAD...


Cuando me amé de verdad… comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto… en la hora correcta… en el momento exacto… Entonces, me relajé. Hoy sé que eso tiene nombre: AUTOESTIMA Cuando me amé de verdad… me di cuenta que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades. Hoy sé que eso es: AUTENTICIDAD Cuando me amé de verdad… dejé de desear que mi vida fuese distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento. Hoy a eso lo llamo: MADUREZ Cuando me amé de verdad… comencé a entender cómo es ofensivo forzar alguna situación o a alguien sólo para realizar mis deseos aún sabiendo que no es el momento o que la persona no está preparada, inclusive yo misma. Hoy sé que el nombre a esto es: RESPETO Cuando me amé de verdad… comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable: personas, tareas, todo, y cualquier cosa que me desanimara. En un principio, mi corazón me llamó la atención acerca de esa actitud de egoísmo. Hoy sé que se llama: AMOR PROPIO Cuando me amé de verdad… dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes. Abandoné proyectos a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé que eso es: SIMPLICIDAD Cuando me amé de verdad… desistí de querer tener siempre la razón y con eso cometí menos errores. Hoy descubrí qué es: HUMILDAD Cuando me amé de verdad… dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre. Hoy vivo, un día a la vez… Eso es: PLENITUD Cuando me amé de verdad… entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso es: ¡SABER VIVIR!

PRIMERO YO.....


Hoy me vi por primera vez… me detuve en el espejo del baño y mire a una mujer mayor sin sueños… con la rutina de toda la vida y me di cuenta de que me levanté 15 minutos más temprano que nunca.
Me había olvidado de cuando hace unos pocos años fugazmente despertaba sonriente y me animaba diciéndome que ese día sería mejor que el anterior.
Precisamente no recuerdo cuándo cambió eso. Por despertar atrasada, desesperada por el tiempo, por los pendientes, empecé a no visitar los salones de belleza con la misma frecuencia porque el dinero lo ocupaba para otra "buena actividad familiar".
No tengo más de 45 años y me siento como de 90. Desesperada porque no he realizado muchas cosas, pero esas cosas ya no son los mismos sueños de antes.
Hoy me desperté 15 minutos antes de mi vieja rutina, recordé que mi marido tuvo una reunión de compañeros, se fue y ni me avisó; hoy recordé que mi hijo de 12 años no me obedece y el de 18 dice que soy ridícula porque no soy hombre como él, y mi hija de 15 años solo me llama cuando necesita algo. Estoy segura que todos saben que los amo pero… ¿cómo me pueden valorar si yo no lo he hecho?
Por eso a partir de hoy seré: ¡Primero yo!, y lo quiero compartir con ustedes.
Levántense 15 minutos antes, mírense en el espejo y díganse a sí mismas a quién ven, ¿les gusta esa mujer o desean ser otra? Nunca es tarde, tarde sería si mueren.
Ese hoy fue hace dos años y las cosas cambiaron mucho, pero no fue fácil, por supuesto que no. Me costó levantarme temprano para cepillarme el cabello y arreglarme para trabajar; renuncié a mi trabajo de 15 años (aún lo extraño) y empecé a ir al gimnasio.
Los primeros meses fue un fracaso, pero luego bajé de peso, cambié mi forma de vestir y hasta mi esposo, asombrado, me invitó un día a una cena para preguntarme si nuestro matrimonio continuaba o si tenía otro amor; le dije sin pensar: sí, tengo otro amor que me llena completamente y ese amor ¡soy yo!.
Y bueno, qué más les puedo decir, soy otra porque ahora ¡primero soy yo!
Nos pasa de pronto: un día miramos de reojo una vidriera y vemos una imagen reflejada que no es la nuestra.
Sucede que al mirarnos apuradas todas las mañanas reconocemos que ya no somos las mismas y añoramos a esa mujer que perdía horas preciosas inventando un nuevo peinado, o que soportaba una crema en el cabello y lo envolvía en una toalla para que luego tuviera un brillo destacable…
Máscaras que nos hacían lucir esplendidas, maquillajes intensos que nos mostraban a una mujer sensual y atractiva; escotes, pantalones ceñidos, tacones que endurecían nuestras piernas al andar…
Un día nos encontramos recordando a aquella mujer y sentimos que la fuimos sepultando lentamente.
Presenciamos su lenta agonía y no hicimos nada para revivirla.
La pareja, la familia, los niños… el gato, el perro, el canario… la casa, las compras el trabajo… el auto, la limpieza, las camas bien tendidas, el orden…
Y allí debajo una mujer que grita: ¡¡¡Socorro!!! Que se mueve con amor, con sensibilidad, con vocación, pero que dejó lentamente que todo la supere y se quedó ahí, en ese lugar viendo pasar la vida de los otros y se olvidó de sí misma.
Tenemos que revivir a esa mujer y hacer que diga ¡¡Presente!! Todos los días.
¡Primero Yo!, y eso importa.
Intentemos recuperar a esa mujer bella que nos hacia sentir seguras, desterremos las culpas y si el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena se demoran un poquito porque estamos poniéndonos lindas pensemos que ese cuidado de nosotras mismas, esa dedicación, ese amor serán la medicina mágica que hará que nuestra autoestima crezca.
Si nuestra autoestima no está bien, nada está bien en nuestra vida, y por ello dejamos que otros nos desvaloricen o nos desprecien.

Primero Yo…
Mi vida es una piedra preciosa, soy la única que puede hacer que se destaque su brillo o dejar que se apague para siempre.


GRACIAS A MI DEBBIE GABBY POR COMPARTIRME ESTE HERMOSO PENSAMIENTO. NO ESPERES A TENER 45 O HIJOS PARA HACER UN ALTO Y REFLEXIONAR SOBRE TU VIDA...

TU ERES LA UNICA RESPONSABLE DE TU FELICIDAD....

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL: VAGINOSIS BACTERIANA


¿Qué es la vaginosis bacteriana?
Vaginosis bacteriana (VB) es el nombre que se le da a una afección que ocurre en las mujeres, en la cual el equilibrio bacteriano normal en la vagina se ve alterado y en su lugar ciertas bacterias crecen de manera excesiva. En ocasiones, va acompañada de flujo vaginal, olor, dolor, picazón o ardor.
¿Qué tan común es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana (VB) es la infección vaginal más frecuente en las mujeres en edad de procrear. En los Estados Unidos, la vaginosis bacteriana ocurre con frecuencia entre las mujeres embarazadas.
¿Cómo se contrae la vaginosis bacteriana?
La causa de la vaginosis bacteriana no se conoce del todo. La VB está asociada a un desequilibrio en la cantidad de bacterias que normalmente se encuentran en la vagina de la mujer. Normalmente, la mayoría de las bacterias en la vagina son “buenas”, pero también hay unas cuantas bacterias que son “dañinas”. La VB se presenta cuando hay un aumento del número de bacterias dañinas.
No se sabe mucho acerca de cómo las mujeres contraen la vaginosis bacteriana. Todavía hay muchas preguntas para las que no se han encontrado respuesta acerca del papel de las bacterias nocivas como causa de la VB. Cualquier mujer puede contraer una vaginosis bacteriana.
No obstante, algunas actividades o conductas como las siguientes alteran el equilibrio normal de las bacterias en la vagina y exponen a la mujer a un riesgo mayor de contraer la VB.
  • Tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales.
  • Utilizar duchas vaginales.
El papel que desempeña la actividad sexual en la aparición de la VB no está claro. Las mujeres no contraen la vaginosis bacteriana por el contacto con los inodoros, la ropa de cama, las piscinas o por tocar los objetos que las rodean. Las mujeres que nunca han tenido relaciones sexuales también pueden padecer esta infección.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la vaginosis bacteriana?
Las mujeres con VB pueden tener un flujo vaginal anormal con un olor desagradable. Algunas mujeres manifiestan sentir un fuerte olor a pescado, especialmente después de haber tenido relaciones sexuales. De estar presente, el flujo vaginal suele ser de color blanco o gris y puede ser poco espeso. Las mujeres con VB también pueden sentir ardor al orinar o picazón en la parte externa de la vagina o ambos síntomas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres indican no tener ni signos ni síntomas.
¿Cuáles son las complicaciones de la vaginosis bacteriana?
En la mayoría de los casos, la vaginosis bacteriana no produce complicaciones; sin embargo, la VB puede exponer a las mujeres a graves riesgos como los siguientes:
  • La VB puede aumentar la susceptibilidad de la mujer a la infección por el VIH si está expuesta a este virus.
  • La VB aumenta la probabilidad de que una mujer con VIH transmita este virus a su pareja sexual.
  • La VB ha sido asociada a un aumento de infecciones después de procedimientos quirúrgicos como la histerectomía o el aborto.
  • La VB en la mujer embarazada puede aumentar el riesgo de complicaciones del embarazo como el parto prematuro.
  • La VB puede aumentar la susceptibilidad de la mujer a contraer otras ETS, tales como el virus del herpes simple (VHS), la infección por clamidia y la gonorrea.
¿Qué efectos tiene la vaginosis bacteriana en la mujer embarazada y en su bebé?
Las mujeres embarazadas que tienen vaginosis bacteriana, con frecuencia dan luz a bebés prematuros o con bajo peso (menos de 5.5 libras).
Algunas veces, las bacterias que provocan la VB pueden infectar el útero (matriz) y las trompas de Falopio (conductos que transportan los óvulos al útero). A este tipo de infección se le llama enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La EIP puede provocar infertilidad o suficientes daños a las trompas de Falopio como para aumentar el riesgo de un embarazo ectópico e infertilidad en el futuro. El embarazo ectópico es una enfermedad potencialmente mortal en la cual un óvulo fecundado crece fuera del útero, usualmente en una trompa de Falopio, la cual puede romperse.
¿Cómo se diagnostica la vaginosis bacteriana?
El médico debe examinar la vagina a fin de detectar signos de vaginosis bacteriana y tomar una muestra del flujo vaginal para realizar pruebas de laboratorio en busca de bacterias asociadas a la VB.
¿Cuál es el tratamiento de la vaginosis bacteriana?
Aun cuando algunas veces la vaginosis bacteriana desaparece sin tratamiento, toda mujer con síntomas de VB debe ser tratada, de manera que se eviten complicaciones. Por lo general, no es necesario tratar a la pareja sexual masculina. Sin embargo, la VB puede ser transmitida entre parejas sexuales femeninas.
El tratamiento es de particular importancia en las mujeres embarazadas. Toda mujer que haya tenido un parto prematuro o un bebé con bajo peso al nacer debe ser examinada para detectar la vaginosis bacteriana, independientemente de los síntomas, y si se comprueba la enfermedad debe recibir tratamiento. Todas las mujeres con síntomas de VB deben ser examinadas y tratadas.
Algunos médicos recomiendan que todas las mujeres que se practiquen una histerectomía o un aborto reciban antes el tratamiento contra la VB, independientemente de los síntomas, a fin de reducir el riesgo de contraer la EIP.
La VB se trata con antibióticos recetados por un médico. Se recomiendan dos antibióticos diferentes para el tratamiento de la vaginosis bacteriana: metronidazol y clindamicina. Cualquiera de los dos antibióticos puede utilizarse tanto en mujeres embarazadas como no embarazadas, pero según el caso se recomiendan dosis diferentes. Las mujeres con VB que también son VIH positivas deben recibir el mismo tratamiento que reciben las mujeres VIH negativas. La VB puede reaparecer después del tratamiento.
¿Cómo puede prevenirse la vaginosis bacteriana?
Los científicos no entienden del todo la VB; por lo tanto, no se conocen las mejores maneras de prevenirla. No obstante, se sabe que la VB está asociada a tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales.
Los siguientes pasos básicos de prevención pueden ayudar a reducir el riesgo de alterar el equilibrio natural de las bacterias en la vagina y la aparición de la VB:
  • Practicar la abstinencia sexual.
  • Limitar el número de parejas sexuales.
  • No darse duchas vaginales.
  • Tomar todo el medicamento recetado para tratar la VB, aun cuando hayan desaparecido los signos y síntomas.

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL: TRICOMONIASIS


La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo más frecuentes los síntomas en las mujeres.
La tricomoniasis es la ETS curable que afecta con más frecuencia a mujeres jóvenes sexualmente activas. Se calcula que cada año se registran 7.4 millones de casos nuevos en mujeres y hombres.
La tricomoniasis es causada por el parásito protozoario unicelular Trichomonas vaginalis. La vagina es el sitio más común donde ocurre la infección en las mujeres mientras que en los hombres es en la uretra (conducto urinario).
El parásito se transmite a través de las relaciones sexuales con una pareja infectada ya sea por el contacto entre el pene y la vagina o por el contacto de vulva a vulva (área genital en la parte externa de la vagina). Las mujeres pueden contraer esta enfermedad de un hombre o de una mujer que tiene la infección pero los hombres suelen contraerla solamente por el contacto con mujeres infectadas.
La mayoría de los hombres con tricomoniasis no presentan signos ni síntomas, pero algunos puede que tengan una irritación temporal dentro del pene, una secreción leve o un poco de ardor después de orinar o eyacular.
Algunas mujeres tienen síntomas o signos de la infección que incluyen un flujo vaginal espumoso, amarillo verdoso y con un fuerte olor. La infección también puede causar molestias durante la relación sexual o al orinar, así como irritación y picazón en el área genital de la mujer. En casos muy inusuales puede haber dolor en la parte baja del vientre. Los síntomas en las mujeres suelen aparecer de 5 a 28 días después de la exposición a la infección.
La inflamación genital que produce la tricomoniasis puede aumentar la susceptibilidad de una mujer a contraer la infección por el VIH, si queda expuesta a este virus. La probabilidad de que una mujer con VIH pase el virus a su pareja sexual (o parejas sexuales) aumenta si tiene tricomoniasis.
Las mujeres embarazadas que tienen tricomoniasis pueden dar a luz bebés prematuros o con bajo peso (esto es menos de 5.5 libras).
Para diagnosticar la tricomoniasis tanto en hombres como en mujeres, un proveedor de atención médica debe realizar un examen físico y una prueba de laboratorio. El parásito es más difícil de detectar en los hombres que en las mujeres. En las mujeres, el examen pélvico puede revelar la presencia de pequeñas ulceras rojas (llagas) en las paredes de la vagina o en el cuello uterino.
La tricomoniasis suele curarse con medicamentos recetados, ya sea metronidazol o tinidazol en una sola dosis por vía oral. Los síntomas de la tricomoniasis en hombres infectados pueden desaparecer en unas cuantas semanas sin tratamiento alguno. Sin embargo, un hombre infectado que nunca haya tenido síntomas o sus síntomas hayan desaparecido, puede seguir infectando o reinfectando a su pareja sexual femenina mientras no se trate la infección. Por lo tanto, ambos en la pareja deben tratarse la infección al mismo tiempo para eliminar el parásito. Las personas que se están tratando la tricomoniasis deben evitar tener relaciones sexuales hasta que tanto ellas como sus parejas hayan terminado el tratamiento y no tengan síntomas. Las mujeres embarazadas pueden tomar metronidazol.
El hecho de que una persona haya tenido tricomoniasis una vez no significa que no pueda contraerla de nuevo. Una persona puede seguir siendo susceptible a la reinfección aun cuando haya completado el tratamiento
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es la abstención del contacto sexual, o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección y que se sabe que no tiene ninguna infección.
Los condones de látex para los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la tricomoniasis.
Cualquier síntoma en el área genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una llaga o irritación poco usual, debe ser razón para dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. Una persona a quien se le haya diagnosticado tricomoniasis (o cualquier otra ETS) debe recibir tratamiento y avisar a todas las personas con las que haya tenido relaciones sexuales recientemente para que éstas también consulten a un médico y puedan tratarse. Esto reduce el riesgo de que las parejas sexuales presenten complicaciones por la tricomoniasis y el riesgo de reinfección en las personas que han tenido el parásito. Una persona con tricomoniasis y todas sus parejas sexuales recientes deben dejar de tener relaciones sexuales para hacerse el tratamiento contra la infección y esperar a que desaparezcan los síntomas.

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL: SIFILIS

¿Qué es la sífilis?

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. A menudo se le ha llamado “la gran imitadora” porque muchos de sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otras enfermedades.

¿Qué tan frecuente es la sífilis?

En los Estados Unidos, las autoridades de salud registraron más de 36,000 casos de sífilis en el 2006, de los cuales 9,756 eran de sífilis primaria y secundaria. Asimismo, la mitad de todos los casos de sífilis primaria y secundaria en el 2006 se reportaron en 20 condados y 2 ciudades, y en su mayoría correspondían a personas de 20 a 39 años de edad. La incidencia más alta de sífilis primaria y secundaria se registró en mujeres de 20 a 24 años de edad y en hombres de 35 a 39 años. Los casos de sífilis congénita reportados en recién nacidos aumentaron de 339 casos nuevos en el 2005 a 349 en el 2006.
Entre el 2005 y el 2006, el número de casos reportados de sífilis primaria y secundaria aumentó en un 11.8%. Entre el 2000 y el 2006 las tasas de sífilis primaria y secundaria en hombres se incrementaron anualmente de 2.6 a 5.7, mientras que en las mujeres esto mismo ocurrió entre el 2004 y el 2006. En el 2006, el 64% de los casos reportados de sífilis primaria y secundaria correspondieron a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).
La sífilis se pasa de una persona a otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Las mujeres embarazadas que tienen esta enfermedad pueden pasársela a los bebés que llevan en el vientre. La sífilis no se propaga por el contacto con los inodoros, las manijas de las puertas, las piscinas, las bañeras normales o de hidromasaje, ni por compartir ropa o cubiertos.

¿Cuáles son los signos y síntomas?

Muchas personas que tienen sífilis no presentan síntomas durante años, pero aun así enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan la enfermedad. Las personas que están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad transmiten la infección aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan reconocer. Por lo tanto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar la enfermedad.
Fase primaria: La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera (llamada chancro), pero puede que haya muchas. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días (con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y desaparece sin ser tratado. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
Fase secundaria: La fase secundaria se caracteriza por erupciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción de la piel en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Las erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer cuando el chancro se está curando o varias semanas después de que se haya curado. La erupción característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin embargo, en otras partes del cuerpo también pueden aparecer erupciones de aspecto distinto, o que son similares a las causadas por otras enfermedades. Algunas veces, las erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas. Además, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria de la sífilis, como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecen aun si no son tratados, pero si no se administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente hasta la última fase de la enfermedad.
Fases latente y terciaria: La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15% de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección. En esta fase avanzada la sífilis puede afectar posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar la muerte.

¿Qué efectos tiene la sífilis en la mujer embarazada y en su bebé?

La bacteria de la sífilis puede infectar al bebé durante el embarazo. Dependiendo de cuánto tiempo una mujer embarazada ha estado infectada, puede enfrentar un alto riesgo de tener un bebé que nazca muerto o de dar a luz un bebé que muere poco después de haber nacido. Un bebé infectado puede que nazca sin los signos y síntomas de la enfermedad. Sin embargo, si no es sometido a tratamiento de inmediato, el bebé puede presentar serios problemas al cabo de unas cuantas semanas. Si estos bebés no reciben tratamiento, pueden sufrir de retraso en el desarrollo, convulsiones o morir.

¿Cómo se diagnostica la sífilis?

Algunos médicos pueden diagnosticar la sífilis mediante el análisis de una muestra líquida del chancro (la úlcera infecciosa) en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en la úlcera, se observarán en el microscopio.
Otra manera de determinar si una persona tiene sífilis es mediante un análisis de sangre. Poco después de que una persona se infecta comienza a producir anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante una prueba de sangre segura, precisa y económica. El cuerpo presentará niveles bajos de anticuerpos en la sangre durante meses o incluso años después de que se haya completado el tratamiento de la enfermedad. Dado que la sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debe hacerse un análisis de sangre para detectar la sífilis.

¿Cómo se relaciona la sífilis con el VIH?

Las úlceras genitales (chancros) producidas por la sífilis hacen que sea más fácil contraer la infección por el VIH y transmitirla por vía sexual. Se calcula que el riesgo de contraer la infección por el VIH es 2 a 5 veces mayor cuando la persona expuesta al virus tiene sífilis.
Las ETS ulcerosas que producen llagas, úlceras o rupturas de la piel o de las membranas mucosas, tales como la sífilis, rompen las barreras que protegen contra las infecciones. Las úlceras genitales producidas por la sífilis pueden sangrar fácilmente y cuando entran en contacto con la mucosa bucal o rectal durante la relación sexual aumentan las probabilidades de infección y la susceptibilidad al VIH. El tener otras ETS también puede ser un factor importante para predecir una posible infección por el VIH, ya que las ETS son un marcador de las conductas asociadas a la transmisión del VIH.

¿Cuál es el tratamiento de la sífilis?

La sífilis es fácil de curar en sus fases iniciales. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de penicilina, que es un antibiótico, y si ha tenido sífilis por más de un año, necesitará dosis adicionales. Existen otros antibióticos para tratar la sífilis en personas que son alérgicas a la penicilina. La sífilis no puede curarse con remedios caseros ni con medicinas que se venden sin receta médica. El tratamiento matará la bacteria que causa la sífilis y evitará futuras lesiones, pero no remediará las lesiones ya ocasionadas.
Ya que existe un tratamiento eficaz contra la sífilis, es importante que periódicamente las personas se hagan las pruebas de detección de esta enfermedad si practican conductas sexuales que las ponen a riesgo de contraer ETS.
Las personas que estén tratándose contra la sífilis deben abstenerse de tener contactos sexuales con parejas nuevas hasta que las úlceras sifilíticas se hayan curado por completo. Las personas que tienen sífilis deben avisar inmediatamente a sus parejas para que se sometan a pruebas y reciban tratamiento si es necesario.

¿La sífilis es recurrente?

El hecho de que una persona haya tenido sífilis una vez no la protege de tenerla de nuevo. Una persona puede seguir siendo susceptible a la reinfección aun cuando se haya curado con el tratamiento. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene sífilis. Dado que las úlceras sifilíticas pueden estar ocultas en la vagina, el recto o la boca, puede ser que una persona no se entere de que su pareja sexual tiene sífilis. El médico le ayudará a determinar si es necesario hacer nuevas pruebas de detección de la sífilis después de que haya concluido el tratamiento.

¿Cómo puede prevenirse la sífilis?

La manera más segura de evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, incluida la sífilis, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas y que se sabe que no tiene ninguna infección.
Abstenerse de consumir alcohol y drogas puede también ayudar a evitar la transmisión de la sífilis, ya que estas actividades pueden llevar a una conducta sexual peligrosa. Es importante que las parejas sexuales hablen entre ellas sobre si tienen el VIH o si en el pasado han tenido otras ETS, de manera que puedan tomar acciones preventivas.
Las enfermedades genitales ulcerosas, como la sífilis, pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas que hayan estado cubiertas o protegidas con un condón de látex, así como en áreas que no estuvieron cubiertas durante la relación sexual. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer sífilis, herpes genitales y chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está cubierta.
Los condones lubricados con espermicidas (especialmente el Nonoxynol-9 o N-9) no son más eficaces para prevenir la transmisión de las ETS que los otros condones lubricados. El uso de condones lubricados con N-9 no se recomienda para prevenir la infección de las ETS o del VIH. La transmisión de una ETS, incluida la sífilis, no puede prevenirse con lavarse los genitales, orinar o darse una ducha vaginal después de la relación sexual. Cualquier secreción, úlcera o irritación anormal, en particular en el área de la ingle, debe considerarse como una señal para dejar de tener relaciones sexuales y consultar al médico de inmediato.

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL; LINFOGRANULOMA VENEREO

¿Qué es LGV?

El LGV (linfogranuloma venéreo) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por tres cepas de la bacteria Chlamydia trachomatis. Los signos visuales incluyen una o más pápulas genitales (p.ej., superficies elevadas o granos) y/o úlceras e inflamación de los ganglios linfáticos del área genital. El LGV también puede producir úlceras rectales, sangrado, dolor y flujo, especialmente en personas que practican relaciones sexuales anales receptivas. Las lesiones genitales causadas por el LGV se pueden confundir con otras ETS ulcerativas, como la sífilis, el herpes genital y el chancroide. Las complicaciones de un LGV no tratado pueden incluir agrandamiento y ulceración de los genitales externos y obstrucción linfática, lo cual puede llevar a una elefantiasis de los genitales.

¿Qué tan frecuente es el LGV?

Los signos y síntomas asociados con la infección rectal pueden ser confundidos erróneamente con los que causa una colitis ulcerativa. Si bien la frecuencia de la infección por LGV parece ser inusual en los países industrializados, su identificación no siempre es muy clara, por lo que se desconoce el número de casos de LGV en Estados Unidos. Sin embargo, los brotes que se han registrado en Holanda y en otros países europeos entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) han hecho aumentar la preocupación en torno a los casos de LGV en EE. UU.

¿Cómo se contrae el LGV?

El LGV se transmite de persona a persona a través del contacto directo con lesiones, úlceras y otras áreas donde se localiza las bacterias. La transmisión de la bacteria ocurre durante la penetración sexual (vaginal, oral o anal) y también puede ser a través del contacto de piel a piel. Se desconoce la probabilidad de infección por el LGV después de una exposición, pero se le considera menos infecciosa que otras ETS. Una persona que ha tenido contacto sexual con una pareja infectada con LGV debe examinarse dentro de los 60 días desde la aparición de los síntomas para que se le hagan pruebas de infección clamidial en la uretra o el cuello uterino y sea tratada con doxiciclina, dos veces al día durante siete días.

¿Cuáles son los signos y síntomas?

El LGV puede ser difícil de diagnosticar. Por lo general, la lesión primaria que produce el LGV puede consistir en una lesión genital o rectal pequeña, que puede ulcerarse en la zona de la transmisión después de un período de incubación de 3 a 30 días. Estas úlceras pueden permanecer sin detectarse en la uretra, la vagina o el recto. Al igual que con otras ETS que causan úlceras, el LGV puede facilitar la transmisión o adquisición del VIH.

¿Cómo se diagnostica el LGV?

Debido a que las pruebas comerciales son limitadas, el diagnóstico se basa principalmente en los hallazgos clínicos. Es posible la identificación directa de la bacteria si se realiza una prueba de clamidia a partir de una muestra de la lesión o el sitio de la infección, pero esto no indicaría si la infección por clamidia es LGV. Sin embargo, las pruebas habituales de clamidia que están disponibles no han sido aprobadas por la FDA para analizar muestras rectales. Si un paciente tiene signos o síntomas rectales que hagan sospechar de LGV, un proveedor de atención médica puede tomarle una muestra y enviarla a su respectivo departamento de salud local para que a su vez se envíe a los CDC, los cuales trabajan con los departamentos de salud estatales y locales para analizar muestras y validar los métodos para diagnosticar el LGV.

¿Cuál es el tratamiento para el LGV?

No existe ninguna vacuna contra las bacterias. El LGV puede ser tratado con antibióticos por tres semanas. Las guías de los CDC para el tratamiento de las ETS recomiendan usar doxicilina dos veces al día durante 21 días. Un tratamiento alternativo consiste en el uso de eritromicina base o azitromicina. El proveedor de atención médica determinará cuál es el mejor tratamiento. Si usted ha recibido tratamiento para el LGV, avísele a todas las personas con las que haya tenido relaciones sexuales 60 días antes de la aparición de los síntomas, para que se puedan examinar y tratar. Esto reducirá el riesgo de que sus parejas presenten síntomas o graves complicaciones de LGV. También se reducirá el riesgo de que usted se reinfecte, así como el riesgo de contagio continuo en la comunidad. Usted y todas sus parejas sexuales deben evitar las relaciones sexuales hasta que hayan terminado el tratamiento para la infección y hayan desaparecido los síntomas, tanto de usted como de sus parejas.
NOTA: La doxiciclina no se recomienda en mujeres embarazadas. Las mujeres embarazadas y lactantes deben ser tratadas con eritromicina. La azitromicina puede ser útil en el tratamiento del LGV durante el embarazo, pero no existe información publicada que se refiera a su seguridad y eficacia. Un proveedor de atención médica (como un doctor o una enfermera) puede explicar a sus pacientes las opciones de tratamiento.
Las personas que tienen infección por el LGV y el VIH deben recibir el mismo tratamiento para el LGV que las personas que son VIH negativas. Es posible que las personas con el VIH requieran de un tratamiento prolongado y que los síntomas tarden en desaparecer.

¿Cómo puede prevenirse el LGV?

La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección, que no tenga síntomas y que no tenga una infección.
Los condones de látex para hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión del LGV. Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas que estén o no cubiertas (protegidas por un condón).
Haber tenido el LGV y finalizado el tratamiento no previene una reinfección. Existe un tratamiento efectivo y es importante que las personas que se sospecha que tienen el LGV reciban tratamiento como si tuvieran la infección. Las personas que reciben tratamiento para el LGV deben abstenerse del contacto sexual hasta que desaparezca la infección

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL: VIRUS DE PAPILOMA HUMANO


¿Qué es la infección genital por el VPH?

El virus del papiloma humano genital (VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos del VPH que pueden infectar las áreas genitales de hombres y mujeres, entre las que se incluyen la piel del pene, la vulva (área fuera de la vagina) y el ano, así como los revestimientos de la vagina, el cuello uterino y el recto. Usted no puede detectar visualmente el VPH. La mayoría de las personas infectadas por el VPH no saben que están infectadas.

¿Cuáles son los síntomas y las posibles consecuencias de la infección por el VPH?

La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presentan síntomas o problemas de salud. Pero en ocasiones, ciertos tipos del VPH pueden causar verrugas genitales en hombres y mujeres. Otros tipos del VPH pueden causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres menos comunes como el de vulva, vagina, ano y pene. Los tipos del VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar cáncer. A menudo, los tipos del VPH se clasifican como de “bajo riesgo” (causantes de verrugas) o de “alto riesgo” (causantes de cáncer), dependiendo de si implican o no un riesgo de contraer cáncer. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario de la persona combate naturalmente la infección por el VPH en un período de dos años. Esto ocurre tanto en los tipos de alto riesgo como en los de bajo riesgo.
Las verrugas genitales por lo general aparecen en el área genital como pequeños granitos individuales o en grupos. Las verrugas pueden ser planas o elevadas, únicas o múltiples, pequeñas o grandes y, en ciertos casos, tener forma de coliflor. Pueden aparecer en la vulva, la vagina o el ano o alrededor de los mismos, en el cuello uterino y en el pene, en el escroto, en la ingle o en los muslos. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después del contacto sexual con una persona infectada o puede que nunca aparezcan. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño y en número. No se convertirán en cáncer.
El cáncer de cuello uterino no presenta síntomas sino hasta que está en una etapa avanzada. Por esta razón es importante que las mujeres se realicen periódicamente pruebas de detección del cáncer de cuello uterino.
Otros tipos de cáncer relacionados con el VPH que son menos frecuentes, como el de vulva, vagina, ano y pene puede que tampoco presenten signos o síntomas hasta que se encuentren en etapas avanzadas.

¿Cómo se contrae el VPH genital?

El VPH genital se transmite por contacto genital, más a menudo por relaciones sexuales vaginales y anales. Es posible que el VPH permanezca en el cuerpo de una persona durante años, aun cuando hayan pasado muchos años desde que tuvo una relación sexual. La mayoría de las personas infectadas no saben que están infectadas o de que están transmitiendo el virus a su pareja sexual.
En muy pocos casos, una mujer embarazada que tiene el VPH genital puede transmitir el VPH a su bebé durante el parto vaginal. En esos casos, el bebé puede contraer verrugas en la garganta o en la laringe, una afección denominada papilomatosis respiratoria recurrente (PRR).

¿Cómo causa el VPH las verrugas genitales y el cáncer?

El VPH puede causar que las células normales en la piel o membranas mucosas infectadas se vuelvan anormales. La mayor parte del tiempo usted no puede ver o sentir estos cambios en las células. En la mayoría de los casos, el cuerpo en forma natural combate el VPH y las células infectadas vuelven a su normalidad.
  • Algunas veces, los tipos de VPH de bajo riesgo pueden causar cambios visibles que se manifiestan como verrugas genitales.
  • Si el sistema inmunitario no combate la infección por los VPH de alto riesgo, esta puede permanecer por muchos años y con el tiempo transformar las células anormales en cáncer. Cerca del 10% de las mujeres con el VPH de alto riesgo en el cuello uterino padecerán de infecciones por el VPH que las ponen en riesgo de contraer cáncer de cuello uterino. De igual manera, cuando los VPH de alto riesgo permanecen en el cuerpo e infectan las células del pene, ano, vulva o vagina pueden causar cáncer en esas áreas. Pero este tipo de cánceres son muchos menos frecuentes que el cáncer de cuello uterino.

¿Qué tan frecuentes son las enfermedades relacionadas con el VPH?

Infección por el VPH. En la actualidad, aproximadamente 20 millones de estadounidenses se encuentran infectados por el VPH y otros 6.2 millones de personas se infectarán por primera vez anualmente. Por lo menos el 50 por ciento de las mujeres y hombres sexualmente activos contraerán la infección genital del VPH en algún momento de sus vidas.
Las verrugas genitales. En los Estados Unidos, cerca del 1% de las personas adultas sexualmente activas tienen verrugas genitales en un momento dado.
Cáncer de cuello uterino. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que en el 2008, a 11,070 mujeres se les diagnosticará cáncer de cuello uterino.
Los otros cánceres asociados al VPH son menos frecuentes que el cáncer de cuello uterino. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que en el 2008, se presentarán:
  • diagnósticos de cáncer vulvar en 3,460 mujeres;
  • diagnósticos de cáncer vaginal y de otros cánceres genitales en 2,210 mujeres;
  • diagnósticos de cáncer de pene y de otros cánceres genitales en 1,250 hombres;
  • diagnósticos de cáncer anal en 3,050 mujeres y 2,020 hombres.
Ciertos grupos pueden tener un riesgo mayor de padecer de cánceres relacionados con el VPH, como los hombres homosexuales y bisexuales, así como las personas con sistemas inmunitarios débiles (entre los que se incluyen personas con VIH/SIDA).
La PRR es poco frecuente. Se calcula que anualmente menos de 2,000 niños contraen la PRR.

¿Cómo puede prevenirse la infección por el VPH?

En la actualidad, se encuentra disponible una vacuna para proteger a las mujeres contra cuatro tipos del VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino y las verrugas genitales. Se recomienda administrar esta vacuna a niñas de 11 a 12 años de edad. También se aconseja para niñas y mujeres de 13 a 26 años de edad que no hayan recibido la vacuna o toda la serie de vacunas.
Para las personas que decidan mantenerse activas sexualmente, el uso de condones puede disminuir el riesgo de contraer el VPH, si se usan en forma adecuada y durante todas las relaciones sexuales. Los condones también pueden disminuir el riesgo de contraer otras enfermedades relacionadas con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino. No obstante, el VPH puede infectar las áreas que no se cubren con condones, por lo que es posible que no proporcionen protección total contra el VPH. Por lo tanto, la forma más segura de prevenir el VPH es la abstinencia de toda actividad sexual.
Las personas también pueden reducir las probabilidades de contraer el VPH al permanecer en relaciones mutuamente monógamas con una pareja que no ha tenido o ha tenido pocas parejas sexuales. Sin embargo, aun las personas que en toda su vida han tenido una sola pareja sexual pueden contraer el VPH. Las personas que no tienen relaciones mutuamente monógamas pueden disminuir el riesgo de infectarse al limitar el número de parejas sexuales y escoger una pareja que no ha tenido o ha tenido pocas parejas sexuales. Sin embargo, es difícil determinar si una pareja que ha sido sexualmente activa en el pasado está infectada en la actualidad.

¿Cómo pueden prevenirse las enfermedades relacionadas con el VPH?

Las mujeres pueden tomar medidas importantes para prevenir el cáncer de cuello uterino. La vacuna contra el VPH puede proteger contra la mayoría de los cánceres de cuello uterino (consulte la información anterior). El cáncer de cuello uterino también se puede prevenir mediante la realización de pruebas de detección periódicas y haciendo seguimiento a los resultados anormales. La prueba de Papanicolau permite identificar cambios anormales o de tipo precanceroso en el cuello uterino de tal manera que las áreas afectadas puedan extirparse antes de que se conviertan en cáncer. La prueba del ADN del VPH, que puede detectar el VPH de alto riesgo en el cuello uterino de la mujer, en algunos casos también puede usarse en combinación con la prueba de Papanicolaou. La prueba del VPH puede ayudar a los profesionales de la salud a decidir si es necesario realizar otras pruebas o administrar otros tratamientos. Aun las mujeres que recibieron la vacuna cuando eran más jóvenes necesitarán hacerse pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino porque la vacuna no protege contra todos los tipos de este cáncer.
En la actualidad, no se dispone de una vacuna aprobada para prevenir en los hombres las enfermedades relacionadas con el VPH. Se están realizando estudios para determinar si la vacuna es segura para los hombres y si puede protegerlos contra el VPH y otras afecciones relacionadas con este virus. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) considerará la aprobación de la vacuna para los varones, niños y adultos, si se demuestra que la vacuna es segura y eficaz para ellos. Tampoco se cuenta con pruebas de detección aprobadas para identificar las etapas iniciales de cáncer de pene o de ano. Algunos expertos recomiendan que cada año los hombres homosexuales y bisexuales así como las personas VIH positivas se hagan pruebas de Papanicolau anales, ya que el cáncer anal es más frecuente en estos grupos. Los científicos están estudiando la mejor manera de realizar pruebas de detección del cáncer anal y de pene en los hombres que tienen mayor riesgo de contraer estas enfermedades.
Por lo general, en mujeres embarazadas que tienen verrugas genitales no se recomiendan los partos por cesárea para prevenir la PRR en los bebés; esto se debe a que no se ha establecido si el parto por cesárea en realidad previene la PRR en los bebés y niños.

¿Existe una prueba de detección del VPH?

La prueba del VPH que está disponible comercialmente se utiliza solo como parte de las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. No existe una prueba general para hombres y mujeres en la que se pueda determinar si tienen el VPH. El VPH por lo general desaparece solo, sin causar problemas de salud. De tal manera que si hoy se detecta una infección por el VPH, lo más probable es que dentro de uno o dos años haya desaparecido. Esta es la razón por la cual no es necesario realizarse pruebas solamente para determinar si usted tiene el VPH en la actualidad. Sin embargo, usted debe someterse a pruebas para detectar los signos de enfermedades causadas por el VPH, como el cáncer de cuello uterino.
  • Las verrugas genitales se diagnostican mediante un examen visual. Algunos proveedores de atención médica utilizan ácido acético, una solución de vinagre, para identificar las verrugas planas. Sin embargo, esta prueba no es muy sensible por lo que puede identificar equivocadamente como verruga un área de piel normal.
  • Los cambios en las células del cuello uterino se pueden identificar mediante pruebas de Papanicolaou periódicas. La prueba del VPH pueden identificar los tipos de alto riesgo presentes en el cuello uterino de la mujer que pueden causar cambios en las células del cuello uterino y cáncer.
  • De acuerdo a lo indicado anteriormente, en la actualidad no se cuenta con pruebas aprobadas para detectar en los hombres el VPH o los cánceres relacionados con este virus. No obstante, aunque en los hombres el VPH es muy común, los cánceres relacionados con este virus son muy poco frecuentes.

¿Hay un tratamiento contra el VPH o las enfermedades relacionadas con este virus?

No existe un tratamiento contra el virus mismo, sin embargo, un sistema inmunitario saludable generalmente puede combatir el VPH en forma natural. Se encuentran disponibles tratamientos contra las enfermedades causadas por el VPH:
Las verrugas genitales visibles se pueden eliminar mediante la aplicación de medicamentos por parte del paciente o con un tratamiento administrado por el proveedor de atención médica. Algunas personas deciden no hacerse el tratamiento y esperar que las verrugas desaparezcan por sí solas. Ningún tratamiento es mejor que otro.
El cáncer de cuello uterino se puede tratar más fácilmente si se diagnostica en su etapa inicial. Sin embargo, las mujeres que se someten a pruebas de Papanicolaou periódicas y hacen el seguimiento adecuado pueden identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención es preferible al tratamiento.
Otro tipo de cánceres relacionados con el VPH también se pueden tratar más fácilmente si se diagnostican y tratan en etapas iniciales.

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