Tanto dentro como fuera de Internet hay personas sin escrúpulos que buscan sacar provecho de nuestra inocencia y entrega de amor.

Si puede sucedernos en la vida real, ¡cuánto más en internet!

Por ello debemos aprender a detectar las pistas y a actuar cautelosamente cuando nos enamoramos por internet.

En esta era tan moderna, con tanta tecnología, encontramos muchas cosas al alcance de nuestras manos, cosas que antes nos parecían imposibles mentalmente se recorren distancias y nos encontramos muchas veces, deambulando imaginariamente por lugares lejanos y remotos, esperando por supuesto, un día de tantos hacerlos realidad.

En la búsqueda incesante de la felicidad, de un estilo de vida aceptable, especialmente de vivir en armonía con los demás, nos relacionamos de diferentes formas, y con diferentes tipos de personas. La forma en que nos relacionamos a través de las letras, especialmente por medio de Internet, contribuye también a que tengamos el valor de hablar y decir las cosas que necesitamos sacar de nuestro pecho y que en la vida real no nos atreveríamos a decir, ya sea por timidez, soledad o simplemente porque estamos buscando un amigo sincero que nos “escuche”.

Con las comunicaciones que internet nos ofrece, fácilmente podríamos encontrarnos involucradas en algo que al principio y al parecer, llena nuestras expectativas de amistad y amor que más tarde resulta ser una falsedad. Muchas veces sucede que encontramos a esa “persona maravillosa” que llega a nuestra vida como “bendición” para aliviar nuestra soledad que muchas veces nos asalta, muchas nos adentramos en las amistades online que nos alejan de la gente real que está en nuestro entorno y buscamos amistades que nos ayudan a salir de la rutina cotidiana, encontramos personas maravillosas que felizmente se quedan en nuestra vida, o dejan huellas imborrables que nos acompañan para siempre.

¿Pero qué pasa cuando nos encontramos con personas falsas y sin escrúpulos?

Lamentablemente ahora también existen bandas organizadas que se esconden detrás de un monitor para estafar, no sólo nuestros sentimientos sino también en lo económico. La verdad de todo esto es que sí, hay muchas historias hermosas de amor por internet con un final feliz, pero también es de admitir con gran pena que el amor ciega a las personas cuando se enamoran. Cuando una persona se enamora resulta difícil sacarle de sus ilusiones, las cuales llena su mundo de fantasías. En estos últimos tiempos y ante el incremento del “crimen organizado” por la red, los medios de comunicación se han dado a la tarea de lanzar campañas de prevención, tratando de evitar que personas incautas caigan en manos de gente inescrupulosa que se han dado a la tarea de estafar, no sólo sentimientos, sino también económicamente.

En la red también se encuentran sitios donde por una mínima cantidad de dinero ofrecen ayuda para conocer gente de ambos sexos, sin necesidad de asistir a fiestas o bares, tienen el fin de expandir el círculo de “amigos”. Desafortunadamente esos medios también son utilizados por estafadores para buscar sus próximas victimas. Sin importar el nivel de educación, miles de hombres y mujeres sensibles y educados alrededor del mundo, se han visto con el corazón roto y financieramente comprometidos después de caer victimas de grupos muy bien organizados. Caen bajo el influjo de las palabras tan necesarias de escuchar por una persona que se siente sola y con la necesidad de amar y ser amada. Mucha más gente de la que imaginamos entregan amistad y amor con un corazón limpio de maldades, con la única idea e ilusión de encontrar a ese alguien que les de su tiempo y dedicación a través de la distancia; todo empieza inocentemente, basta con un poco de atención:

― “Hola, he leído tu perfil, me gustaría conocer más de ti; no busco amor, sólo quiero tener amistades sinceras con las que hablar libre y limpiamente.”
― “Hola, recibí tu correo, gracias por escribirme, mi nombre es… me gusta la idea de ser amigos, espero que podamos hablar.”

En las semanas siguientes se dedican a conocerse mutuamente, las largas charlas por MSN se dan a diario hasta que ya no es suficiente eso y pasan esas largas charlas al teléfono, ahora ya hay confianza, ya se “conocen suficiente” y salen las palabras mágicas.
¿Pero quién de los dos está siendo sincero?
Es muy fácil mentir en este medio, tanto que pareciese que la mayor parte de los que buscan amor y amistad fuesen “profesionales” y personas con “un negocio exitoso”.

― “Siento que me estoy enamorando de ti, contigo siento lo que nunca sentí por nadie más; sueño con llevarte de mi mano y contemplar la puesta del sol juntos…”
― “Yo también siento lo mismo por ti, te has vuelto indispensable en mi vida.”

Y así empiezan los planes para conocerse en persona, con promesas de un ticket de avión que nunca llega. Curiosamente, en la vida de ese hombre maravilloso empiezan a suceder cosas que requieren del apoyo moral y económico por parte de la pareja, con quien ha de compartir el resto de su vida. Suceden “dramas familiares” que necesitan ser solucionados lo antes posible, porque cuanto más pronto se solucionen más pronto se podrán ver para concretar “el gran amor de ambos”, y siguen los problemas, desde la “oportunidad” de expandir el negocio que será de los dos, hasta “la mala fortuna de haber sido robado”. Ahora también le urge una computadora, y lo peor, “todo el dinero lo tiene invertido” y después de “sacar todo lo que puede” empiezan las ausencias cada vez mas prolongadas, para finalmente desaparecer del monitor dejando atrás un corazón desquebrajado y los bolsillos vacíos.

Lamentablemente, los casos así no son pocos, la cifra exacta no se sabe porque algunas victimas sienten vergüenza y no informan de ello, y aun si lo hacen, la policía tiene las manos atadas porque estos delincuentes cibernéticos son difíciles de rastrear, hacen creer que están en determinado país, pero la realidad están en otro. Y aún en el caso de que fuesen localizados, pueden utilizar el argumento de que sus victimas les han mandado dinero por voluntad propia.

Creo que cuando se trata de relaciones por internet, aunque el amor sea el sentimiento más hermoso y estés convencida de ser correspondida, vale la pena investigar y tomar todo tipo de precauciones y hacer caso de las señales. Quien te ama no te pide dinero, eso es un amor comprado o estafado. Pongámosle atención a los programas de prevención, sigamos nuestro instinto, nuestro sexto sentido, resguardemos nuestro corazón que es todo amor, todo dar sin recibir, cuidemos nuestro dinero, porque mientras pensamos que estamos apoyando quien dice amarnos podríamos estar siendo estafadas por personas sin escrúpulos.