Ayer te encontré mientras dibujabas una sonrisa,
ayer te encontré mientras guardabas una pena,
una pena que guardaste desde niño en el corazón, tal vez en el alma...
*

Y la maquillaste bajo la forma de alegría,
para que no doliera tanto,
para que no cayera una lágrima
esas que ya no saboreabas...
*

Y ahora estoy aquí,
observándote y sintiendo lo que dices no sentir,
y te miro en mi espejo,
dibujando tus alas sin ninguna pluma caída,
porque quiero verte fuerte,
para que puedas alzar el vuelo cuando lo desees...
*

Y después de todo te guardo en mi corazón,
te llevo a donde voy,
caminando por calles solitarias mientras te canto alguna canción...
*

Y después de todo le has dado un toque de color a mis días,
has hecho que le tenga cariño al sol,
que aprenda a besar los pasos que ya he andado,
porque dices que lo he logrado y que nadie me quitará eso...
*

Y después de todo tengo miedo,
a que te robes mi confianza y no la recupere jamás,
miedo a no darte lo que me gustaría,
miedo a no ser como quisieras...
*

Y después de nada, me gusta escucharte,
aunque no me cantes una canción,
aunque no me inventes cuentos (esos que siempre he querido escuchar),
aunque te diga que mis ojos son tuyos...
*

Y después de tanto en tan poco,
le has regalado un par de mariposas a mi vientre,
sístoles y diástoles a mi cansado corazón,
y un bebé a mi imaginación...
*

Y al final, el miedo ha vuelto,
y quién sabe seas tú quien pueda apaciguarlo,
y quién sabe ames mi corazón
mientras seas parte de mi vida y alma.