El primer paso es limpiar todo tu clóset y sacar lo que ya no te pones, no te queda, y no creas usar, te sorprenderás de la cantidad de ropa que sale de ahí ¡pff! Que no te de flojera y hazlo. Mételo todo en cajas o bolsas y comienza tu clasificación dependiendo de lo que está en buen estado y lo que ya básicamente está bajo la categoría de inservible, pero que por alguna extraña razón aún sigues guardando.

o que de plano ya no está para volver a usarse, lo puedes utilizar como material para manualidades y ahí viene lo interesante, porque si visualizas más allá de lo que ves, podrás crear cosas increíbles reciclando aquella ropa vieja, muy usada o casi olvidada que ni siquiera tocabas. Por ejemplo, si tienes unos jeans los puedes convertir en bolsa, o si tienes muchas playeras, puedes hacer una cobija con ellas. Inclusive puedes utilizar este material para decorar diademas, confeccionar prendedores de tela, forrar cuadernos o marcos para fotos, ¡lo que se te ocurra! Solo necesitarás de una máquina de coser o inclusive nada más una aguja, hilos, tijeras y por supuesto dejar volar tu imaginación.

Si así lo decides, mucha de la ropa que está en buenas condiciones la puedes llevar a organizaciones de caridad como un DIF o casas hogar, seguro hay un lugar cerca de donde vives que necesite de ayuda. Además siempre es increíble poder aportar un poco hacia aquellas personas que más lo necesitan, de esta manera no solo estás reciclando aquello que ya no usas, sino también tu energía, volviéndola positiva a través de una buena y generosa acción.