PSICOLOGIA PARA SER FELIZ


Trata de ser feliz, dice el texto.
Y encontrarás palabras motivadoras para mejorar tu dia.
Has el trabajo del "sólo por hoy".
Finalmente, nadie mas que tu puede hacer por ti lo que tienes que hacer, pero puedes dejarte ayudar.

Te presento este escrito, dime que piensas.

TRATA DE SER FELIZ

Trata de ser feliz, de disfrutar el día, aún cuando te parezca que no hay motivos mira a tu alrededor o hacia adentro, siempre hay un recuerdo, una mirada, un gesto que pueden cambiar tu día...

Deja todo lo que te preocupa por un instante de lado, la vida es hoy...no sabemos si hay mañana... Por eso no te detengas... No te permitas sentirte solo... En algún lugar siempre hay alguien que está pensando en TI, o te está esperando, sólo observa...

TU PUEDES... La vida siempre nos da motivos para ser felices, está en nosotros el saber descubrirlos. .. Está en nosotros sentirnos bien, dejar a un lado todo lo que nos inquieta o nos lastima para dar paso a todo aquello que nos enciende y nos motiva...

Sólo por hoy... Sonríe... Eres importante, eres único, no bajes los brazos, no sientas temor... La vida siempre nos da nuevas oportunidades para ser felices... Está en nosotros abrirnos a ellas, está en nosotros detener la marcha y abrir los brazos para recibir...

Si nos encerramos, si nos detenemos en los problemas, si nos marginamos, si nos aislamos nada es posible.

Imagina un día feliz.... Una vida feliz... Está a tu alcance... Sólo es cuestión de poner toda la fuerza en nuestros pensamientos, en nuestros sueños...

El secreto de los triunfadores, de aquellos que todo lo logran está en que sienten el éxito y se ven disfrutando de los logros antes de obtenerlos.. .

Imagina lo mejor... lo más lindo... Cierra los ojos y siéntete un triunfador.. . El éxito de tu día y de tu vida depende de TI.

¿QUIEN PAGA LA CUENTA?



Mala pregunta para una feminazi con solo 500 palabras que exponer (ja). Vivimos en el tiempo de lasmujeres alfa, aunque varios me llaman así me da un poco de flojera la nomenclatura, pero la verdad no le he encontrado otro sinónimo. ¿Cuál es el problema? Los hombres que se sienten amenazados por esto, ahí ya no esta muy lindo el tema.
Soy fan de que te paguen las cosas porque lo quieren hacer, porque te quieren echar a la conquista total y absoluta fan de verdad, incluso es algo que aprecio y que me parece que gana muchos puntos en las primeras citas.
Nadie me puede decir que no le gusta que le abran la puerta, que le paguen la cena o las copas, o el viaje, porque la verdad mentiría, está buenísimo sentirse consentida.
Ahora, cuando ya estás de pareja con él pues sí me parece un poco abusivo que además de soportarte como vieja (sí estamos bien locas, yo lo acepto por completo) te pagan todo y te llevan a donde quieres , manteniéndote el entretenimiento, que para empezar es para los dos y la idea es que los dos la pasen genial, ¿no?
Creo que si quieres democracia e igualdad en una relación también debes de aportar y en estos tiempos tan difíciles si no cooperas de verdad te vas al hoyo derechito y a estrellarte. Es padre poder decir "ahora yo te invito, 'va? Ya van muchas y pues también quiero cooperar". Aunque sepas que tu novio tiene, y en algún caso tal vez tiene mucho dinero, creo que siempre se aprecian las ganas de cooperar y estar conscientes y agradecidas de que ese dinero lo dan para darte gusto y que tu igual lo harías. Si no tienes con qué hasta un café de mi para tí puede hablar más que un viaje a Europa con una mala cara.
Tuve salidas con chicos que desgraciadamente se sentían incómodos con esto, resultando que no tuviéramos salida alguna porque no podían pagar, y si de plano lograba que me dejaran pagar, la tensión del "no tengo para pagar" era verdaderamente insoportable.
Nadie quiere andar con un vago (Bueno... hay sus casos), pero aquí el concepto es que tú también tienes mucho que ofrecer y que demostrar al momento de dar algo por alguien. Con o sin dinero pagas la cuenta porque trabajas o porque haces algo por tu familia y por la persona que quieres. Está una ama de casa que todo el día se dedica a dar y entregarse, y está gente como yo, que trabajamos desde que salimos de la carrera y poquito o mucho o algo de dinero te queda para invitarle al amor que quieres para demostrar que efectivamente quieres estar en el mismo equipo.
No es quién paga la cuenta es qué hago por ti o qué agradecida te estoy, no hay nada más lindo que agradecer que estás vivo que me das tu cariño, que confío en ti, que te quiero ver diario, que hoy te invito yo...
¿Ustedes que opinan?

NO ACEPTES EL MALTRATO, VETE

La emoción del enamoramiento, la boda, la alegre recepción, las fotos, el pastel y los detalles románticos contrastan con las amarguras, humillaciones, menosprecios y tragedias que después llegan a soportar muchas mujeres en manos de su pareja.

Y una vez casada, lo que menos quieres es dar la relación por fracasada y disolverla, pues una no se casa para eso. Pero mucho menos para ser maltratada: nunca aceptes el maltrato, siempre di no a quien te lastima.

En la mayor parte de los casos los agresores son las propias parejas de las victimas,

siendo el detonante el reclamo de pensión alimenticia, o la negativa de la mujer de volver a vivir con la pareja. La etapa de mayor peligro para la mujer es la de los primeros meses de la separación, periodo durante el es cuando el hombre trata de convencer a su pareja que ha hecho cambios.

Las consecuencias del maltrato tienen graves consecuencias sobre los hijos, incluso cuando la mujer intenta protegerlos o esconderlo de ellos. Los hijos de familias en las que se han experimentado maltratos son enfrentan temor, ansiedad, culpa y enojo que más tarde prolongan el ciclo siniestro.

El problema del maltrato empieza cuando uno de los dos se siente superior al otro y que a menudo sufre de baja autoestima; empieza a gritar con mas frecuencia, llegando a los tirones y empujones que poco a poco van escalando a golpes físicos y a vocabulario soez con presiones y amenazas. El agresor comúnmente finge arrepentimientos para lograr la reconciliación, con la que después puede continuar con el mismo patrón de tortura, abusos y maltratos.

Cuanto más tiempo se pasa con el agresor, mayor es la posibilidad de que el se de el maltrato. El agresor intenta solucionar con violencia aquello que siente que se le escapa de las manos.

Pero no sólo el hombre puede ser el victimario, porque se han dado casos de mujeres que son físicamente agresivas, especialmente después de descubrir un engaño por parte del esposo.

Cuando un a mujer se casa, no es para fracasar, ser abusada, o en el peor de los casos, llegar a ser asesinada por su propio esposo.Tampoco se casa con la idea de separarse al poco tiempo. Pero aun así, aunque no fuese lo deseado, ¿acaso por ello debe quedarse en una relación en el que está siendo abusada y maltratada? ¿Acaso no sería mejor salir con los hijos, y buscar una mejor vida lejos del maltratador?

Aun hoy son muchas las mujeres maltratadas, abusadas y que desafortunadamente también llegan a ser asesinadas con crueldad inimaginable; todo ello a manos de quien juró amarlas, cuidarlas, protegerlas y resguardar su bienestar físico y emocional.

Alcemos nuestra voz, no dejemos pasar desapercibidos los abusos en la mujer, apoyemos a la mujer reprimida, ayudémosla a salir de esa situación agonizante que les mima sus derechos, su voluntad y hasta su propia vida.

¿Ayudarías a la mujer en peligro?

CAMBIAR ES UNA DECISION

“No pienso cambiar, siempre he sido así, y así se me debe querer. Si no te gusta, te aguantas”.

Debemos aceptarnos unos a otros tal como somos, no podemos pretender cambiar a los demás… pero podemos cambiarnos nosotras mismas, y debemos.

No somos piedras inmóviles, somos mujeres, tenemos capacidad de aprendizaje y de maduración. Si nos lo proponemos, siempre podemos cambiar y mejorar.Muchas personas suelen insistir en el error y aceptan como normal algo que no lo es. Pareciese que a veces nos quisiéramos convertir en piedras:

inamovibles, pesadas, con pocos sentimientos

de vida y de cambio… Pero quien no cambia y no evoluciona, ¡muere! ¿Acaso deseas morirte en vida?

Partimos de un desconocimiento generalizado de quienes somos: no sabemos lo que nos gusta, lo que nos roba sonrisas y mucho menos lo que nos hace felices. Sin embargo, creemos que todo está bien y que no hay ninguna razón para cambiar nuestra forma de existir –más bien subsistir-. Y lo más “cumbre” del asunto es queosamos rechazar las críticas constructivas y no escuchamos a quienes con mayor asertividad ven lo que nos sucede. Nos blindamos en un tanque de guerra que no necesitamos para simular que somos perfectas y que no cometemos errores, y para cerrar con broche de oro, con tono altivo nos atrevemos a decir “es que yo siempre he sido así y no voy a cambiar”.

Vaya obstinadas piedras las que somos… Con ello lo que decimos es algo como:

“siempre he sido una mujer llena de defectos y dificultades las cuales no me importan, porque como sea he vivido y aún respiro, nunca he querido mejorar así que no recibiré bien ninguna recomendación que me puedas hacer.” ¡Bravo! ¡Qué gran show de incompetencia y conformismo el que brindamos! ¡Bravo! ¡Ello es digno de un premio de actuación! Porque muy en el fondo, nosotras sabemos quedebemos cambiar esas actitudes que sólo nos han ocasionado daños.

¿Para qué mantener una fachada engañosa? ¿No prefieres ser una mujer maravillosa entre defectos que deseas corregir? ¿Por qué insistes en tapar el sol con un dedo? Mirémoslo de esta forma:

Si nosotras nos quedamos como piedras no podremos enriquecer nuestras vidas y ser felices, sino que estaremos eternamente ligadas a los mismos sentimientos y acciones: siempre seremos gruñonas, siempre estaremos asustadas, siempre buscaremos a aquellos hombres que no nos hacen bien, siempre nos conformaremos con menos… Siempre, siempre y siempre seremos miserables.

No sigamos repitiendo las mismas historias, ¿no crees que es aburrido ver la misma película 80 veces? Entonces,¿por qué permites que tu vida sea la reiteración de acontecimientos de los cuales no aprendiste?

Tú te mereces algo mejor, abandona ese “siempre he sido así y no voy a cambiar”, reemplázalo por un “siempre quiero lo mejor para mí y no escatimo en gastos para encontrar mi felicidad”.

Deja de ser una piedra, busca ser flexible y abre las puestas de tu alma al amor por los demás y por ti misma.

DEBO SER LO QUE QUIERO SER

No necesito ser como los demás quieren que sea, ni necesito actuar como esperan que lo haga…

Quiero hacer las cosas por mí misma, porque las siento dentro de mi ser, porque así soy yo.

Debo ser lo que quiero ser.

Yo puedo ser lo que quiero ser.A menudo solemos librar batallas en las que se disputan giros preponderantes de nuestras vidas. En estas batallas se enfrentan dos bandos:

  • Uno que evidencia lo que los demás quisiéramos que fuéramos y todas las creencias que nos han inculcado desde niñas
  • y otro, en el que se enfila lo que amamos y hace respirar al espíritu que vive en nuestro pecho.

¿A qué lado le permitimos ganar?

No somos quienes desearíamos ser

La cobardía y nuestro patológico miedo al “qué dirán” hacen que nos pasemos el tiempo caminando por espacios que no nos gustan y no deseamos, escogiendo no elegir y quedándonos con uno de los puntos de la reducida lista de cosas que nos han presentado como “aceptables”.

Tiempo después, nos damos cuenta de que estamos en el ojo de un remolino de circunstancias que nunca hemos querido y que se nos mete por las venas secando lentamente nuestros sueños e ilusiones con aquel tedioso lema del “tienes”:

tienes que hacer ello o lo otro; tienes que alejarte de eso y acercarte a esto; tienes que dejar de pensar en los otros y sólo dedicarte a ti misma.

Lo que se espera de ti no necesariamente describe quien eres realmente.

La vida se convierte en una obligación llena de reglas y frustrantes imposiciones que nos llenan de “tienes”. Tanto es así, que no podemos dejar de pensar en qué ha sido de todo aquello que queríamos y por qué en lugar de proteger nuestros sueños, permitimos que fuesen desterrados de nuestro corazón.

Es cierto que nadie –supongo- nos pone un arma en la cabeza para obligarnos a hacer su sacra voluntad; pero para obligar no siempre hay que hacerlo por las vías de hecho, sino que también existen otras formas de obligar; por ejemplo, no es obligatorio pagar la cuenta de energía, pero si no lo haces, te quedarás sin el servicio.

Asimismo, pasa con nuestras vidas:

no es obligatorio hacer lo que los demás quieren, pero si no lo hacemos, lo sentimos con recriminaciones, malas actitudes y prevenciones para con nosotras.

Es entonces cuando empezamos a preguntarnos: ¿qué vamos a hacer? ¿Qué camino podemos tomar? ¿A qué debo mayor valor?

Yo tengo opción,

yo decido sobre mi vida

Parecen obvias las respuestas, pero a veces nos apabullan las acciones. Cuando los grandes personajes de la historia se atrevieron a hacer lo que les nacía, fueron tildados de locos y con el pasar del tiempo, todo cambió y lo que fue locura en un inicio, se convirtió en inminentes ataques de brillantez. Lo cierto es que el tiempo les ha dado la razón y ha mostrado que la verdadera locura es no hacer lo que se ama.

Debemos pasar del “tener” al “querer”. No se trata de ser injustas y pasar cuan aplanadoras por encima

de las personas que más nos quieren, de lo que se trata es de seguir la verdad de nuestro corazón y ser tercas con nuestros sueños mas no con nuestros errores. Así los seres que nos aman terminarán por entender que nuestra felicidad no está en lo que los demás creen conveniente sino en lo que nosotras mismas hemos construido con amor en nuestro mundo.

Siempre será mejor volar acompañada que sola.

Si te resignas a hacer lo que “tienes que hacer”, ¡felicidades! Serás una futura amargada llena de frustraciones y agonías.

Pero si te atreves a “querer”, lo único que perderás es el miedo a soñar.

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