LA SALUD MENTAL ESTÁ EN TÍ

Todos los días, cuando iniciamos la jornada tenemos la percepción que estamos en un barrio muy difícil, en una ciudad muy complicada y en un país que tiene muchas dificultades, algunas de ellas,  aparentemente insalvables. Nuestro despertar está signado por algunos llamados al pesimismo y aparece la primera queja, la primera indignación, el primer desconsuelo. Durante todo el día, cada día, nos convencemos de estar en un lugar en el que se hace difícil vivir y hacemos todo lo posible por convencernos que hemos sobrevivido, a pesar de todo, cuando el día termina.

En el mundo postmoderno hay cada vez más apuro por vivir, por estar conectados, por no estar solos, por sentir que alguien nos observa para admirarnos y amarnos. Desconectarse por horas no parece una opción. Extrañar a alguien o esperar ansiosamente a que aparezca, es cada vez más lejano. Contar con la paciencia para esperar y hasta para dejar de esperar, es una extraña sensación.

La multitarea, las respuestas inmediatas sin mediar las distancias geográficas, ni los horarios, y la información disponible sin necesidad de analizar o crearla porque ya está hecha, es nuestra lógica hoy. ¿Qué tan malo es? Como todo... Depende del uso y la intención.

Hay muchas dificultades, disfuncionalidades, desadaptaciones y trastornos mentales evitables que pueden provenir de lo propuesto más arriba. Mantener el equilibrio entre las exigencias y las posibilidades de bienestar, gusto y placer es un proceso permanente, voluntario y centrado en análisis de las situaciones de la vida. Propongo algunas actividades que pueden darte más salud mental:

Paciencia: ¿y si te dijeras a ti mismo palabras que te ayuden a tener más tranquilidad ante la demora en la respuesta inmediata del otro? Las palabras son muy poderosas para convencerte que algo es más difícil, más catastrófico, o más hostigante hacia la otra persona, sólo por no tener algo más de tranquilidad para asumir la frustración que te provoca la falta de atención de quien esperas respuesta. Podrías decir algo como: "las personas están tan ocupadas como yo. En algún momento me contestará". "No todo el mundo debe pensar como yo, ni hacer su tarea como yo lo hago o como a mí me gusta. Esto me altera, pero puedo entenderlo". "Puedo esperar un poco más sin que esto me altere emocionalmente. Mi compromiso es con mi bienestar".

Conectividad: algunos afirman que la tecnología acerca a los que están ausentes y aleja a los que están presentes. ¿Y si fuera verdad? ¿Alguien a tu alrededor te ha reclamado que lo mires más, que le prestes atención, que dejes a un lado el aparato electrónico para que escuches a quien te habla? ¿Y si te propusieras dejar cargando el aparato electrónico y aprovecharas para conversar con las personas cercanas, para abrazarlas, tocarlas y saber cómo están? Pero además, qué bien que hace conversar contigo mismo, sin influencias externas, sin temas impersonales, sin la presencia de tantos que te distraen de la conversación contigo mismo. Darte un tiempo para escucharte y para saber de ti hace que esas palabras que resuenan, puedan ser las más amables del día.

Deberes sociales: la linealidad de las metas dependiendo de la edad está siendo alterada por las múltiples posibilidades para vivir la vida. Ya no es obligatorio casarse, tener hijos, comprar una casa, cambiar el carro cada dos años y tantas otras obligaciones impuestas para “ser feliz”. Si quieres tener cinco hijos y lo vas a disfrutar, ¿a qué esperas? Si los automóviles son tu pasión y quieres ahorrar para tener el que te gusta, no lo hagas esperar. Pero si nada de eso te apasiona, busca lo que está ahí, en tus sueños realizables para hacerlo realidad. Paso a paso, buscando ser feliz en el proceso, sin apurarte obsesivamente en conseguirlo y paladeando cada trocito de logro. El bienestar, la felicidad, la satisfacción vital está en el camino, en el transcurrir, en el vivir cada día con intensidad, sabiendo que caminas hacia algún lado. Las metas son otra parte del camino.

Dar y recibir amor: de eso no te puedes privar. Todas las personas para amar a tu alrededor como tu familia más cercana, tus amigos, tu pareja, tus mascotas, ámalas con el corazón, con amplitud, a manos llenas, pero sin rogar por amor, sin negociar la dignidad, sin desequilibrar el respeto hacia tí mismo. El amor se regala, para dar y obtener bienestar, no para sufrirlo. Elige amor con respeto.
Cada día nuestra salud mental se pone a prueba y la realidad a veces parece superar nuestra capacidad de enfrentarla, pero la mayor parte de ello está en nuestras manos. Tómalo sin dudar, sin condicionarte más allá de lo requerido, sin esperar un día más: tu salud mental está del lado de tu decisión por buscar tu bienestar.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

PAGINAS AMIGAS

http://www.madamealbert.com.mx/woman-c2lh http://elespaciodemartha.blogspot.mx/ http://xochitlndc.blogspot.mx/ http://cronicadeunaamantedeloslibros.blogspot.mx/ http://creadasaimagendedios.blogspot.mx/