CRÓNICA DE UNA MUERTE LENTA

Día internacional contra la violencia de géneroPorque cuando te dijo maquíllate, péinate bonita, tú te volviste a peinar para que él te viera bonita. Tú brillabas. 
Después te dijo estás gordita, no? Y corriste a verte en el espejo y a hacer ejercicio y a comer menos para bajar esos kilos que para él sobraban y te hacían no gustarle. 

El día de tu cumpleaños no quiso hacer nada. Ni siquiera te felicitó. Festejaste con otros o sola.

Te hacía servirle tragos mientras él platicaba con sus amigos, con “personas” con las que sí valía la pena pasar el rato y compartir.

Te hacía tantas bromas, era tan simpático: con esos zapatos pareces la pata Daisy. Parece que estás  disfrazada, cuando tú te sentías a todo lo que dabas. Y reías, incómoda.

Un día lloraste y prefirió no salir porque ya se te había corrido el maquillaje. Te veías fea para él y para sus amigos.
Te hizo pedirle permiso para salir con tus amigas, amigos jamás. Eras suya como su coche, como su ropa. Te aisló de tus seres queridos. Vivías para él. 

Muchas veces pelearon por cosas que él creía incorrectas.
Una buena mujer no fuma, no bebe, no dice groserías, no se ríe a carcajadas. No habla cuando él habla. No usa minifaldas. No plática con otros. Te celaba.

Y aprendiste a callar. Aprendiste a ser como él quería, te saliste de ti.
Te borró la risa, apagó tu mirada y te calló.

Cuando se casaron o se juntaron, minimizó tu trabajo, tu rol, tu maternidad. Te usó como adorno, como anfitriona. No respetó tus nos ni tus porqués. Te dejó sola con tus ganas y tus emociones. Llorabas en silencio porque él dormía.

Pasó el tiempo y te dijo pendeja. Nunca eras suficiente. No te defendió de lo importante.

Y se acabó el amor. Encontraste uno nuevo. Te enamoraste, pero ya no eras tú: eras aquella que creías que tenías que ser. Te habían quitado tu esencia.

Un día sacó lo peor y no solo te insultaba, humillaba, engañaba, ninguneaba, se burlaba de ti.

Te convertiste en un fantasma dolido.

Nunca paró. Después te golpeó. El primer golpe no cuenta, estaba enojado.

Te mató la autoestima y los golpes no pararon. Sabias que tenías que irte, pero tenías miedo.

Un día te quemó; te aventó ácido. 

Una mañana te echó a patadas de la casa. 

Una noche te acuchilló. 

Un mal día te disparó. 

Una tarde te aventó por la ventana.

Hoy estás muerta. Y, contigo, morimos muchos.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

PAGINAS AMIGAS

http://www.madamealbert.com.mx/woman-c2lh http://elespaciodemartha.blogspot.mx/ http://xochitlndc.blogspot.mx/ http://cronicadeunaamantedeloslibros.blogspot.mx/ http://creadasaimagendedios.blogspot.mx/