Yo también me fui.

Me fui el día justo. El día en que mi corazón se cansó de trabajar horas extras. El día en que me cansé de ser invisible, no como alguien que no se ve o que no está, sino como alguien que no cuenta.

Me fui el día en que me cansé de ser el patito feo y me di cuenta de que no era necesario ser un cisne. Que existen otras aves que también son bellas.

Me fui el día aquel que sólo cayeron tres gotas de lluvia, pero una cayó directa sobre mi cabeza, y me caló tan hondo que me inundó.

Me fui más tarde que pronto. O quizás en el momento justo, vaya usted a saber…

Fuen Espejo 

10 Octubre