EL BESO: SIMBOLO DE AMOR Y FATALIDAD
El beso es un acto que manifiesta un gusto, un placer y un deseo de extender al otro el agrado de conocerse.
En días pasados, el gobierno de la hermosa ciudad de Guanajuato consideró necesario prohibir el beso público; luego, el ayuntamiento “eliminó” dicha prohibición del Bando de Policía y Buen Gobierno antes de que fuera publicado, y se anunció la campaña de promoción turística “Guanajuato Capital del Beso”.
Psicología y Educación Integral A.C. (PEI A.C.), apoya la libertad de las personas a expresar sus deseos como quieran y, a diferencia del libertinaje, que vulnera la vida de los otros, apuesta a la capacidad de cada individuo para elegir y de tomar sus propias decisiones.
Dependiendo de la cultura de cada lugar, el beso puede darse de muchas formas y maneras. En algunas regiones o países se dan dos besos en las mejillas, y en algunos lugares es común el beso entre personas del mismo sexo, en especial entre hombres, a diferencia de algunos países de América Latina donde se ha convertido en un referente de la homosexualidad.
Como en el caso de los “emos”, en esta ocasión el gobierno de Guanajuato motiva a nuestra institución, Psicología y Educación Integral, A.C, a manifestar este posicionamiento, y reitera la libertad de los individuos a tomar decisiones que no afectan a los demás, y sí enriquecer nuestra cultura y dar placer a nuestras vidas.
Un dato curioso:
Para Voltaire, besarse era la manera de saludar más común en la antigüedad. El beso es un acto que manifiesta un gusto, un placer y un deseo de extender al otro el agrado de conocerlo o estar con él o ella.
Para este pensador, es bastante conocido el artículo sobre los besos, en el cual, Juan de La Casa, arzobispo de Benavente, dice que podemos besarnos desde la cabeza hasta los pies. Le dan lástima las narices largas, que difícilmente pueden acercarse unas a otras, y aconseja a las damas que tengan la nariz larga que escojan amantes chatos.
Sin embargo, en algunos contextos históricos un beso también ha significado un mensaje político: Refiere Plutarco que los conjurados contra César, antes de matarle, le besaron el rostro, la mano y el pecho. Tácito refiere que cuando su suegro Agrícola regresó de Roma, Domiciano le recibió besándole con frialdad y luego le dejó confundido entre la multitud.
En días pasados, el gobierno de la hermosa ciudad de Guanajuato consideró necesario prohibir el beso público; luego, el ayuntamiento “eliminó” dicha prohibición del Bando de Policía y Buen Gobierno antes de que fuera publicado, y se anunció la campaña de promoción turística “Guanajuato Capital del Beso”.
Psicología y Educación Integral A.C. (PEI A.C.), apoya la libertad de las personas a expresar sus deseos como quieran y, a diferencia del libertinaje, que vulnera la vida de los otros, apuesta a la capacidad de cada individuo para elegir y de tomar sus propias decisiones.
Dependiendo de la cultura de cada lugar, el beso puede darse de muchas formas y maneras. En algunas regiones o países se dan dos besos en las mejillas, y en algunos lugares es común el beso entre personas del mismo sexo, en especial entre hombres, a diferencia de algunos países de América Latina donde se ha convertido en un referente de la homosexualidad.
Como en el caso de los “emos”, en esta ocasión el gobierno de Guanajuato motiva a nuestra institución, Psicología y Educación Integral, A.C, a manifestar este posicionamiento, y reitera la libertad de los individuos a tomar decisiones que no afectan a los demás, y sí enriquecer nuestra cultura y dar placer a nuestras vidas.
Un dato curioso:
Para Voltaire, besarse era la manera de saludar más común en la antigüedad. El beso es un acto que manifiesta un gusto, un placer y un deseo de extender al otro el agrado de conocerlo o estar con él o ella.
Para este pensador, es bastante conocido el artículo sobre los besos, en el cual, Juan de La Casa, arzobispo de Benavente, dice que podemos besarnos desde la cabeza hasta los pies. Le dan lástima las narices largas, que difícilmente pueden acercarse unas a otras, y aconseja a las damas que tengan la nariz larga que escojan amantes chatos.
Sin embargo, en algunos contextos históricos un beso también ha significado un mensaje político: Refiere Plutarco que los conjurados contra César, antes de matarle, le besaron el rostro, la mano y el pecho. Tácito refiere que cuando su suegro Agrícola regresó de Roma, Domiciano le recibió besándole con frialdad y luego le dejó confundido entre la multitud.
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