DE NIÑOS Y CELULARES
Nadie puede negar que los niños de hoy son criados a la par con la tecnología, porque muchos de sus juegos tienen que ver en gran parte con el uso del computador, las redes sociales, y productos tecnológicos que los ayudarían a desarrollar más rápidamente su creatividad, y entre ellos no está exenta la telefonía móvil.
Por eso, no es extraño que existan productos especialmente fabricados para ellos, como los que incluyen diseños de sus personajes animados favoritos, o que surjan grandes ofertas para las festividades aludiendo a que es el mejor obsequio que un hijo puede recibir. Pero más allá del mercado… ¿Están los niños capacitados para manejar un celular?
Las estadísticas hablan que el 50% de los niños entre los 6 y los 12 años manejan celulares, lo que es sumamente relevante, y puede estar vinculado al deseo que tienen los padres de entregarle protección a sus hijos, en el sentido de estar comunicados cuando no están en casa.
Si bien en la mayoría de los colegios los niños pequeños no tienen permitido llevar celulares, existen otras actividades deportivas o sociales a las cuales acuden sin sus padres, y para ellos es mucho más aliviador sentir que los pueden contactar en caso de emergencia o necesidad.
Agregando que es común ver estos aparatos cuando van los niños a cumpleaños de los amigos, o a las simples juntas y visitas, lo que a juicio de la especialista resulta positivo, en el sentido que la tecnología permite estar en contacto permanente. Aunque claramente hay ciertas aristas que debemos tener en cuenta.
Lo negativo ocurre cuando el celular es entregado en un afán de sobrecontrol, cuando el padre siente que necesita saber a cada minuto qué está haciendo el niño y lo llama constantemente. Esa dependencia es negativa y termina por abrumar al hijo, quien a la larga termina por no responder las llamadas de sus padres, lo que acrecienta la desconfianza y ansiedad paterna, en un pernicioso círculo vicioso.
Para lograr el equilibrio
Si tu hijo constantemente te pide que le regales un teléfono móvil, la psicóloga nos explica que es recomendable su uso entre los 8 y 10 años en adelante, porque a esa edad los niños por lo general son más independientes en cuanto a sus actividades sociales, y pueden pasar más tiempo fuera de casa.
“Los niños menores de 8 años aún dependen mucho de sus padres para transportarse y están a cargo de otras personas, por lo que el celular no sería tan necesario aún, ya que se entiende que los adultos responsables de los infantes tendrían cómo ser ubicados en caso de emergencia”, indica.
Estableciendo respecto a los planes y cargas de uso, que es conveniente hacer un promedio del consumo semanal primero, para cargarlo de forma gradual hasta que el niño se acostumbre al uso racional del aparato, porque el celular en los hijos debiera ser entendido como una herramienta de emergencia, y no como un medio de comunicación para hacer vida social.
Además, recomienda establecer ciertas condiciones con los niños, como estipular que deben responder las llamadas de sus padres, o al menos, devolver pronto los llamados si no se han dado cuenta que los han tratado de ubicar. Y también deben tener control con los juegos que traen los aparatos, para que no dejen de lado sus tareas escolares.
Así que ya lo sabes, el momento más adecuado para entregarle un teléfono a tu hijo será cuando consideren que se ha vuelto una necesidad familiar, y no por simple antojo, ya que eso lo ayudará a desarrollar una sana y prudente responsabilidad.
Por eso, no es extraño que existan productos especialmente fabricados para ellos, como los que incluyen diseños de sus personajes animados favoritos, o que surjan grandes ofertas para las festividades aludiendo a que es el mejor obsequio que un hijo puede recibir. Pero más allá del mercado… ¿Están los niños capacitados para manejar un celular?
Las estadísticas hablan que el 50% de los niños entre los 6 y los 12 años manejan celulares, lo que es sumamente relevante, y puede estar vinculado al deseo que tienen los padres de entregarle protección a sus hijos, en el sentido de estar comunicados cuando no están en casa.
Si bien en la mayoría de los colegios los niños pequeños no tienen permitido llevar celulares, existen otras actividades deportivas o sociales a las cuales acuden sin sus padres, y para ellos es mucho más aliviador sentir que los pueden contactar en caso de emergencia o necesidad.
Agregando que es común ver estos aparatos cuando van los niños a cumpleaños de los amigos, o a las simples juntas y visitas, lo que a juicio de la especialista resulta positivo, en el sentido que la tecnología permite estar en contacto permanente. Aunque claramente hay ciertas aristas que debemos tener en cuenta.
Lo negativo ocurre cuando el celular es entregado en un afán de sobrecontrol, cuando el padre siente que necesita saber a cada minuto qué está haciendo el niño y lo llama constantemente. Esa dependencia es negativa y termina por abrumar al hijo, quien a la larga termina por no responder las llamadas de sus padres, lo que acrecienta la desconfianza y ansiedad paterna, en un pernicioso círculo vicioso.
Para lograr el equilibrio
Si tu hijo constantemente te pide que le regales un teléfono móvil, la psicóloga nos explica que es recomendable su uso entre los 8 y 10 años en adelante, porque a esa edad los niños por lo general son más independientes en cuanto a sus actividades sociales, y pueden pasar más tiempo fuera de casa.
“Los niños menores de 8 años aún dependen mucho de sus padres para transportarse y están a cargo de otras personas, por lo que el celular no sería tan necesario aún, ya que se entiende que los adultos responsables de los infantes tendrían cómo ser ubicados en caso de emergencia”, indica.
Estableciendo respecto a los planes y cargas de uso, que es conveniente hacer un promedio del consumo semanal primero, para cargarlo de forma gradual hasta que el niño se acostumbre al uso racional del aparato, porque el celular en los hijos debiera ser entendido como una herramienta de emergencia, y no como un medio de comunicación para hacer vida social.
Además, recomienda establecer ciertas condiciones con los niños, como estipular que deben responder las llamadas de sus padres, o al menos, devolver pronto los llamados si no se han dado cuenta que los han tratado de ubicar. Y también deben tener control con los juegos que traen los aparatos, para que no dejen de lado sus tareas escolares.
Así que ya lo sabes, el momento más adecuado para entregarle un teléfono a tu hijo será cuando consideren que se ha vuelto una necesidad familiar, y no por simple antojo, ya que eso lo ayudará a desarrollar una sana y prudente responsabilidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario