LAS SONRISAS SON GRATIS
¿Qué pasaría si dependiera de nosotros hacer la diferencia y cambiar nuestro país?
¿Ayudarías a lograrlo?
¿Será que es tiempo de poner manos a la obra? Este proyecto no cuesta nada. Tan sólo requiere de nuestro tiempo y paciencia… Todos los días levántate 10 minutos antes de tu hora habitual para poder salir a tiempo de tu casa. Sabemos que no es garantía que no encuentres tanto tráfico, pues éste es engañoso, pero probablemente notarás que estás manejando mucho más tranquila y sin tanta prisa por llegar.
El comienzo del reto Sí, es cierto, manejar en ciudades grandes es un reto para cualquier conductor y día a día pone a prueba nuestra paciencia. Sin embargo, el cambio debe comenzar por nosotros, así que…
• Si el coche delante de ti pone su direccional, cédele el paso, en lugar de acelerar.
• Si alguien está saliendo de su casa o estacionando su coche, dale tiempo de que lo haga; no le eches el coche encima ni lo presiones.
• Si mientras caminas por la calle alguien se detiene para darte el paso o te lo cede mientras manejas, agradécela con una sonrisa.
• No te pases las luces preventivas de los semáforos. Si ves que cruzar significa quedarte estorbando el paso de los demás coches, espera a la siguiente luz verde.
Lo positivo atrae lo positivo Aunque parezca cliché, las sonrisas so
n gratis, así que compártelas y agradece la ayuda de los demás. Da las gracias a la cajera del súper, al chico de la gasolinería, al señor que te lava el coche, el chofer del camión, a la señorita de la taquilla del metro, a la persona que atiende la tiendita de la esquina…
En tu trabajo siempre da los buenos días con una sonrisa, sin importar que te contesten. Siempre que te vayas despídete y, cuando notes a alguien preocupado pregúntale si necesita ayuda o hay algo que puedas hacer por él. Todos somos seres humanos y es probable que las mismas necesidades que tienes tú las tengan los demás.
¿Por qué atropellar al otro para conseguir lo que quiero si juntos podemos trabajar mejor y salir adelante? Es momento de dejar de pensar sólo en nosotros, y comenzar a concebirnos como parte de un gran equipo. Si pensamos así, podremos hacer que la demás gente piense así también… entonces nuestro país se llenará de individuos honestos y preocupados por ser mejores.
¿Ayudarías a lograrlo?
¿Será que es tiempo de poner manos a la obra? Este proyecto no cuesta nada. Tan sólo requiere de nuestro tiempo y paciencia… Todos los días levántate 10 minutos antes de tu hora habitual para poder salir a tiempo de tu casa. Sabemos que no es garantía que no encuentres tanto tráfico, pues éste es engañoso, pero probablemente notarás que estás manejando mucho más tranquila y sin tanta prisa por llegar.
El comienzo del reto Sí, es cierto, manejar en ciudades grandes es un reto para cualquier conductor y día a día pone a prueba nuestra paciencia. Sin embargo, el cambio debe comenzar por nosotros, así que…
• Si el coche delante de ti pone su direccional, cédele el paso, en lugar de acelerar.
• Si alguien está saliendo de su casa o estacionando su coche, dale tiempo de que lo haga; no le eches el coche encima ni lo presiones.
• Si mientras caminas por la calle alguien se detiene para darte el paso o te lo cede mientras manejas, agradécela con una sonrisa.
• No te pases las luces preventivas de los semáforos. Si ves que cruzar significa quedarte estorbando el paso de los demás coches, espera a la siguiente luz verde.
Lo positivo atrae lo positivo Aunque parezca cliché, las sonrisas so
n gratis, así que compártelas y agradece la ayuda de los demás. Da las gracias a la cajera del súper, al chico de la gasolinería, al señor que te lava el coche, el chofer del camión, a la señorita de la taquilla del metro, a la persona que atiende la tiendita de la esquina…En tu trabajo siempre da los buenos días con una sonrisa, sin importar que te contesten. Siempre que te vayas despídete y, cuando notes a alguien preocupado pregúntale si necesita ayuda o hay algo que puedas hacer por él. Todos somos seres humanos y es probable que las mismas necesidades que tienes tú las tengan los demás.
¿Por qué atropellar al otro para conseguir lo que quiero si juntos podemos trabajar mejor y salir adelante? Es momento de dejar de pensar sólo en nosotros, y comenzar a concebirnos como parte de un gran equipo. Si pensamos así, podremos hacer que la demás gente piense así también… entonces nuestro país se llenará de individuos honestos y preocupados por ser mejores.
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