EL "ENTONTECIMIENTO" DE LA MUJER

Una de las tendencias más sorprendentes de nuestra sociedad actual es el incremento de la práctica de visualizar a la mujer como un simple objeto. Esto a pesar de nuestros muchos avances humanos y culturales. Una pensaría que ya que ahora somos más conscientes de los estereotipos y los prejuicios de género, demostraríamos mayor sensibilidad a la manera en que las mujeres son retratadas y exhibidas. Sin embargo hemos hecho lo contrario. Hemos utilizado nuestros avances tecnológicos para propagar la explotación sexual y la agresión en contra de mujeres y niñas.

Y mientras muchos tratan de maniobrar alrededor de lo que es políticamente correcto, uno de los dilemas sociales más grandes de nuestro tiempo es la degradación de la mujer que incrementa con paso firme ante nuestros ojos. Aun así es un asunto alrededor del cual todos caminan en puntillas, tratando de no provocar muchas olas—quizás porque hay grandes cantidades de dinero involucrado. Pero es evidente, tanto en la música como en el cine y también en las políticas gubernamentales que influyen directamente sobre las mujeres, que estamos siendo devaluadas, “objetizadas”, e irrepresentadas más que nunca antes en la historia.

El cuerpo de la mujer puede ser usado para vender cualquier cosa hoy día. Los publicistas te dirán que la mejor forma de vender un producto es ilustrándolo con una cara bonita (y mejor si es una muy conocida) sobre un cuerpo escasamente vestido. Y no nos sorprende que sea esto lo que llama la atención de tanto hombres como mujeres.

De hecho, la actual generación de mujeres y niñas están siendo constantemente bombardeadas con el mensaje que para ser femeninas y hermosas es necesario invertir en transformar nuestros cuerpos y nuestras caras en exhibiciones sexualmente atractivas y vallas publicitarias de moda. ¿ No es asombroso que la baja estima se ha acentuado entre las mujeres y que las incidencias de anorexia y bulimia hayan aumentado entre jovencitas? Los estudios hoy demuestran que incluso las mujeres que están lidiando con la crisis de la edad madura están afrontando los mismos asuntos que agobian a las adolescentes inseguras. Como resultado hay un acrecentamiento en la incidencia de desordenes alimenticios en mujeres entre las edades de 30 y 40.

Aunado a eso está el mensaje miserable que recibimos del mundo del entretenimiento—un mensaje que desafortunadamente como mujeres no hemos retado—que fuimos creadas para cumplir con las fantasías sexuales de los hombres. De esta manera, desde muy temprano, se implanta un microchip en las mentes de demasiadas jovencitas que les dice que para ser deseadas necesitan vestir y actuar de un modo que sea sexualmente estimulante para los hombres.

La industria de la moda ha llevado esto a nuevos niveles. Aun la ropa diseñada para niñas pequeñas tiene como blanco madurarlas a través de su “sexualización”—una tendencia peligrosa a la que muchas más madres necesitan atender y oponerse. No es nada gracioso vestir a una niñita como mujer. Es situarla en una etapa cronológica y emocional fingida que ella no puede manejar.

Es más, la industria de la pornografía ha encontrado en la Internet su mayor aliado. La Internet ha hecho que la pornografía sea accesible, obtenible y anónima, y al hacer esto ha incrementado su atractivo, su alcance y su enganche sobre hombres y mujeres. Mujeres de todas las clases sociales y trasfondos académicos se han visto adictas al sexo y a la pornografía por Internet. El sexo cibernético, a través del uso de mensajes instantáneos y correos electrónicos a extraños, se ha convertido en la nueva vía de escape para muchas mujeres que se sienten abrumadas por sus vidas, carecen de relaciones significativas, se sienten despreciadas y rechazadas emocionalmente por su pareja, y aun más importante, están falta de una auto-imagen saludable.

La pornografía por Internet parece haber lanzado a las mujeres fuera de control. El sitio www.familysafemedia.com reporta que “el 13% de las mujeres admiten haber accesado la pornografía desde su lugar de trabajo, 70% de las mujeres mantienen secretas sus actividades cibernéticas, el 17% lucha contra la adicción a la pornografía, las mujeres, mucho más que los hombres son capaces de llevar estas conductas a la vida real, tales como tener múltiples parejas, sexo casual, o amoríos. 1 de cada 3 visitantes a sitios para adultos es mujer, y 9.4 millones de mujeres accesan sitios web para adultos cada mes.”

La consecuencia más dañina es que la manera en que las mujeres se ven a sí mismas ha cambiado. ¿Será esto un complot para hacer que las mujeres se obsesionen tanto con arreglarse y fantaseen tanto con su físico y su sexualidad que no tengan la menor idea de cómo desarrollar sus mentes y sus espíritus?

La verdad es que las mujeres y las niñas están siendo socializadas para sentir la necesidad y el deseo de ser más sexualizadas. Nos han hecho sentir que somos menos mujeres si no podemos vender sexo con nuestros cuerpos, nuestra vestimenta y nuestro cabello. Y esta trampa, en lugar de convertirnos en seres más deseables, nos ha atontado. Nos hemos desviado de la búsqueda de las áreas más deseables del espíritu humano que son desarrollar del intelecto y nutrir el alma.

Y mientras muchas denunciarán que las mujeres hemos logrado grandes cosas, y no decimos lo opuesto, la verdad pura es que en nuestras sociedades actuales el ataque seguido al espíritu y la mente de la mujer nos ha hecho perder nuestro sentido común y nuestra dignidad.

COSAS QUE NO DEBES PERMITIR QUE UN HOMBRE TE DIGA


Decir: “No lo vi venir” es realmente otra manera de admitir que simplemente ignoraste las señales. A diferencia de lo que a muchas mujeres les gustaría creer, siempre hay señales tempranas que advierten que una relación está en peligro. Largos períodos de silencio, grandes discusiones sobre asuntos insignificantes, carencia de manifestaciones no-sexuales de afecto, podrían ser señales de alerta. También puedes ver luces rojas parpadeando cuando analizas las cosas que tu pareja dice o las que no dice. He aquí 8 señales que indican que tu relación podría estar en problemas.

Tu relación está en peligro si él dice…

1. “No estoy seguro si sigo enamorado de ti” - Esta es grande. Si no está seguro si te ama, entonces no tiene sentido continuar en la relación. Otra cosa, el amor no es algo que se puede encender y apagar al estilo Hollywood. Puede ser que no fue honesto desde el principio o te ha estado enviando este mismo mensaje (usando otras palabras) desde hace mucho tiempo y no prestaste atención.

2. “No me atraes físicamente” - Una de las maneras en que manifestamos nuestro amor emocional por nuestra pareja es a través del contacto físico. Lo ideal es que la atracción mutua forme parte de la ecuación amorosa. El amor, sumado a la atracción física conlleva a una pasión intensa. Debes permitirle ser abierto y honesto en cuanto a las razones por las cuales ha perdido el interés en tu físico. No es sabio ignorarlo. Si estás casada, tampoco es buena idea salir a comprar lencería fina sin antes lidiar con el problema real.

3. “Me voy” - Los hombres realmente comprometidos pocas veces utilizan esta frase como una amenaza vacía. Sin embargo, puedes esperar escucharla de hombres con el hábito de abandonar sus relaciones. Estos últimos raras veces dan advertencias, simplemente se recogen y se van. Los hombres con un compromiso real para con la relación, a menudo se van cuando se sienten defraudados o cuando otra llega a ocupar tu lugar en su corazón.

4. “Eres estúpida/ gorda/ fea o No vales nada” - Un hombre que te insulta no te respeta. Nunca veas su irrespeto como una simple falla en su carácter—es mucho más que eso. Puede ser que creció en un ambiente en el cuál prevalecía este tipo de conductas, o lo hace para controlarte y quebrantar tu espíritu. Sea cual fuere la razón, necesita parar porque se trata de abuso emocional. ËL necesita buscar ayuda profesional para determinar qué es lo que lo impulsa a comportarse de esa manera. De no hacerlo, su conducta continuará y empeorará.


5. “No pagaré más cuentas” - ¿Será que llegó a esa decisión porque tú gastas en exceso? O ¿Sencillamente ha escogido no cumplir con sus responsabilidades? El matrimonio es una sociedad. A las mujeres raras veces les gusta tomar estos asuntos monetarios en serio, pero las finanzas necesitan ser discutidas y acordadas en equipo para que la relación sea exitosa.

6. “Es sólo una amiga. Fue sólo un amorío pasajero” - Espero que sospeches que cuando dice esto es porque realmente fue más que una amiga y lo que ocurrió fue más que un amorío. Vivimos en un mundo que ha normalizado la infidelidad masculina. Pero la infidelidad es señal de que hay serios problemas personales más profundos. También es una señal de que hay asuntos sin resolver dentro de la relación misma.


7. “Yo trabajo duro en la calle. No haré trabajos domésticos” - Nuevamente las palabras claves son “equipo y sociedad”. En una sociedad, ambos socios tienen que poner de su parte en todas las áreas del matrimonio. Algunos hombres han sido criados con la idea que los quehaceres domésticos son sólo para mujeres, un mito que necesita ser extirpado rápidamente para que la relación funcione saludablemente.

8. “Nada” - Los hombres tienden a ser introspectivos y no comparten sus sentimientos con facilidad. A veces es buena idea dejarlos en paz por un día. Pero en algún momento después de eso tú necesitarás averiguar qué es lo que le molesta. Largos períodos de silencio y la falta de comunicación sólo crearán mayor distancia entre ambos.

Cada relación que enfrenta problemas posee su propio conjunto de señales de aviso. Las parejas, en especial los hombres, raras veces son los que inician la búsqueda de ayuda. La terapia, la inversión en buenos libros que tratan con el problema, unirse a un grupo de apoyo, conversar con otras parejas y la comunicación abierta entre ambos siempre ayudan a mejorar la situación.

MENTIRAS QUE NECESITAS DEJAR DE DECIRTE A TI MISMA


Las mentiras son como cadenas que nos atan a una vida de pretensiones y negaciones. Muchas de nosotras hemos vivido con mentiras por tanto tiempo que las hemos convertido en verdades. De hecho estas se han convertido en nuestra seudo-realidad. El lado más oscuro de vivir haciendo pasar las mentiras por verdades es que aquellas mentiras que no son retadas se convierten en eslabones en una cadena que esclavizan nuestras mentes, cuerpos y almas.

Típicamente, las mujeres aprendemos desde muy temprano de nuestras mamás, tías y abuelas, a disimular el peso de estas cadenas. Sin embargo, el sufrimiento emocional y psicológico que viene como resultado de esto se ve evidenciado en nuestro estrés, infelicidad, resentimiento, amargura, ira, temor y sentimientos de indignidad.

Pero no todo es malo, la liberación es posible. El primer paso hacia la liberación, no obstante, es el más difícil. La mayoría de las mujeres temen dar este paso porque involucra una auto-confrontación muy seria- una acción que muy pocas de nosotras estamos dispuestas a iniciar. El primer paso requiere que enfrentemos las mentiras que nos atan, diciéndonos la verdad. El segundo paso requiere que depositemos nuestra fe en el hecho de que nuestra liberación es posible en Dios. La parte más hermosa de la liberación Divina es que no es fraudulenta: es real y es nuestra para siempre. Además es un proceso que cambia la vida.

He aquí una lista de mentiras que necesitamos encarar con el fin de iniciar el proceso de liberación:

1. Que nuestro pasado nos define

Una gran cantidad de nosotras funcionamos físicamente en el presente, pero vivimos emocionalmente en el dolor del pasado. Esta angustia tiñe todo en nuestras vidas, desde el tipo de relaciones que escogemos tener, las decisiones que tomamos, hasta la forma en que nos vemos a nosotras mismas.

VERDAD: Lo que haya ocurrido en nuestro pasado, lo que nos hayan hecho, o lo que hayamos hecho no define nuestras circunstancias presentes ni determina nuestros logros futuros.

  1. Que nuestro valor como personas está basado en nuestra apariencia física

Es precario establecer nuestro valor en lo que vestimos y en cómo nos vemos. Durante nuestras vidas habrán innumerables días de cabello deslucidos y vestidos horrorosos. Si nuestro concepto de nosotras mismas estará basado en tales factores inconsistentes entonces nos sentiremos indignas la mayor parte del tiempo.

VERDAD: Todas formamos parte de la creación magnífica de Dios y como tales somos obras de arte divinas. El valor de una obra de arte no depende de su ubicación, entorno, edad o accesorios.

  1. Que necesitamos tener un hombre

Algunas de nosotras sinceramente creemos que sin un hombre a su lado una mujer se convierte en una persona de menor categoría. Como resultado, demasiadas veces basamos nuestra felicidad y nuestro sentimiento de entereza en el hecho de tener a un hombre o no. Sin embargo, el gozo y la realización son demasiado importantes para nuestra supervivencia emocional para que dependa de otro ser humano frágil, impredecible e imperfecto.

VERDAD: Un hombre puede ser complemento y puede traer cierta medida de placer a nuestras vidas, pero la entereza debe ser buscada en aquel lugar más alto y perfecto.

  1. Que no necesitamos de un hombre --

Por otro lado, nuestra percepción acerca de los hombres es una de las mayores causas de nuestra desdicha. Algunas mujeres creen que los hombres no tienen otra función más que proveer placer sexual y aceptación social. Debido a esto nos vamos a los extremos en lo que refiere a las inversiones que hacemos en nuestras relaciones con los hombres. Ya sea que invertimos de más sin recibir beneficio alguno o no depositamos lo suficiente.

VERDAD: Dios creó al hombre y a la mujer para complementarse mutuamente. Nuestras relaciones sólo tendrán éxito si ambos, tanto el hombre como la mujer, se comprometen a formar enlaces emocionalmente armoniosos.

  1. Que un par de zapatos nuevos nos hará sentir mejor

Si vamos a comprar los zapatos a crédito y si al comprarlos alguna cuenta se quedará sin ser pagada, aumentará nuestros sentimientos de indignidad. La mayoría de las mujeres somos compradoras emotivas. Nuestras vidas están tan llenas de falencia, deudas de tarjetas de crédito, mal historial de crédito, viviendo de quincena en quincena... una pensaría que ya hubiésemos aprendido: las cosas materiales no nos pueden dar la felicidad.

VERDAD: Tratar de llenar un vacío emocional con cosas sólo servirá para hacer más profundo ese vacío.

  1. Que el te seguirá amando en la mañana

A raíz de esta mentira le hemos dado acceso libre a nuestro cuerpo a hombres que no se lo merecen. Las mujeres somos recibidoras, los hombres son consignadores. Lo que sea que permitas que él deposite en ti, y me refiero a bastante más que sólo esperma, tendrá un impacto mucho después de que se haya ido. Nuestro cuerpo es un templo y como tal debemos escoger quién tendrá acceso. Con nuestro consentimiento, esa persona tiene sólo dos opciones: deshonrarlo o reverenciarlo.

VERDAD: Un hombre sólo puede reverenciar lo que respeta.

  1. Que nuestras palabras y actitudes no tienen consecuencia

Le damos vida a cada palabra que decimos. Muchas de nosotras aun llevamos las heridas de viejas batallas que escondemos bajo el disfraz de mujer fuerte. Nuestras palabras y nuestra disposición están llenas de amargura. Con agilidad escupimos veneno sobre culpables e inocentes que encontramos en nuestro trayecto. La verdad es que a menudo nuestra actitud define nuestra altitud.

VERDAD: Las leyes de la vida nos indican que el que las hace las paga. Al menos que hagamos esfuerzos diligentes hacia un cambio positivo recibiremos a cambio, sea bueno o malo, todo lo que damos.

  1. Que si no le prestamos atención a nuestros problemas se esfumarán -

Hasta cierto punto, a las mujeres se nos ha socializado para lidiar con las cuestiones de la vida ignorando las situaciones, negando los sentimientos y renunciando a los derechos. Esto pueda que funcione por un tiempo; sin embargo algún día la realidad te dará un golpe bajo. El dolor tiene una habilidad para infiltrarse en nuestras vidas en formas inconscientes. Palabras amargas, actitudes negativas y resentimiento son sólo síntomas de viejas heridas y padecimientos que nunca fueron encarados.

VERDAD: No podemos simplemente ignorar el dolor. Necesitamos enfrentarlo y luego contender con él. De otra forma, el dolor permanecerá destructivamente longevo en nuestras vidas.


"Y conocerás la verdad, y la verdad te hará libre" (La Biblia Juan 8:32)

ALGUNAS REALIDADES DE LA MATERNIDAD


“Porque la mano que mece la cuna es la mano que gobierna al mundo”por William Ross Wallace, es para mí quizás la frase más poderosa que se ha escrito en cuanto a la influencia. Naturalmente esta frase se aplica más a mujeres, específicamente a madres, y encierra una verdad sumamente profunda. Las madres son uno de los seres que ejercen la mayor influencia en la humanidad. En sus manos está la habilidad para moldear las mentes tiernas de los pequeños a su cargo. Sin embargo muy pocas mujeres comprenden este rol poderoso dado por Dios. Este rol va mucho más allá del embarazo, el alumbramiento y el amamantamiento. A las mujeres les ha sido entregadas el poder para moldear este mundo. Si las mujeres cayéramos en cuenta de nuestro potencial para ejercer influencia sobre la humanidad, podríamos provocar cambios serios en el mundo.

He aquí nuestra lista de 9 realidades acerca de lo que es ser madre que, como mujeres, necesitamos contemplar con mayor detenimiento:

1. Toda mujer es una madre - La capacidad que posee una mujer para amar, cuidar e instruir es intrínseca. Las mujeres no pierden sus instintos maternos porque no han dado a luz o porque no han sido capaces de hacerlo. Las mujeres siempre hemos pensado y actuado como mamás y lo seguiremos haciendo. Empezamos con nuestras muñecas y trasladamos este rol a las sobrinas, los sobrinos, los ahijados, nuestros hombres, y aun nuestros padres envejecidos. Cuidamos de todos y todas sin importar nuestra fertilidad o infertilidad.

  1. La maternidad es una asignación Divina - La maternidad es una experiencia profundamente espiritual. Sólo Dios puede dar la vida. Los humanos creamos situaciones y nos ubicamos dentro de las mismas, pero es Dios quien en última instancia da la autorización para que surja nueva vida. Las mujeres se convierten, entonces, en partícipes de esa faena divina. Nosotras llevamos y nutrimos vida nueva. Nada debe provocar en nosotras mayor asombro y satisfacción que este hecho.

  1. El caricia de una madre puede hacer un mundo de diferencia -Hemos dedicado tanto tiempo a asegurarnos de brindarles bienes materiales a nuestros hijos que hemos pasado por alto el darles calor humano tangible. Los besos y abrazos no deben ser reservados únicamente para la infancia. Muchos adolescentes endurecidos confiesan que necesitan del toque físico de su mamá. El acto de tocar y acariciar es muy natural para las madres hacia sus infantes, pero una vez que crecen, creemos que su “nueva” independencia nos prohíbe el contacto físico. Si hubieran más mamás dispuestas a escuchar y tocar a sus hijos, tendríamos hoy día menos adolescentes rebeldes.

  1. Los hijos no son propiedad absoluta de sus madres - Mientras que es fácil que las madres sintamos que somos dueñas de nuestros hijos, después de todo los cargamos por nueve meses, nuestros niños también le pertenecen a sus papás y al mundo en el cual viven. Es por esto que a los hijos hay que enseñarles a respetar a sus madres, a sus padres y al mundo en el que viven. Los hijos son el producto final directo de la crianza de sus padres. Por lo tanto, los hijos son para el mundo la contribución de sus padres. Lo que sea que les enseñemos, ellos lo lanzarán al universo y todos nos veremos afectados por esa aportación.

  1. Las decisiones de un hijo no reflejan el valor de su madre - Los hijos pueden fallar, y lo harán (a menudo). Tomarán decisiones pésimas, a pesar de lo que les hayas enseñado. Esto está completamente fuera de tu control, por lo tanto no puedes asumir la responsabilidad de sus fracasos. Llega un momento (a muy temprana edad) en el que necesitas responsabilizarlos por sus decisiones y acciones, y ellos deben de estar conscientes de que deberán vivir con las consecuencias de las mismas. A pesar de que tienes control sobre lo que les enseñarás acerca de la vida, la verdad es que no tienes control sobre lo que ellos harán con sus vidas.

  1. Las madres tienen derecho a tener una vida propia- La maternidad no tiene que ser el principio del final. La vida debe continuar mientras se es madre y después de ser madre. La vida debe de continuar aun si no existe la posibilidad de dar a luz. Debes construir tu propia vida mientras ayudas a moldear la de tus hijos. Una carrera profesional no necesariamente garantiza una vida de satisfacción. Demasiadas madres permiten que sus vidas giren alrededor de la de sus hijos. Éstos crecen, y entonces ellas enfocan sus vidas en los nietos. Estas mujeres no se han permitido a sí mismas disfrutar de todas las hermosas etapas de ser mujer, se quedaron atrapadas en la maternidad.

  1. El cordón umbilical se corta en el nacimiento- El acto de cortar el cordón umbilical al nacer es simbólico de la auto-gobernación. Lastimosamente, hoy día la permisividad y la sobre-complacencia se han convertido en atributos de una buena madre. Como resultado de esto, estamos ahora lidiando con una generación de niños y niñas malagradecidos, malcriados y viciados. No eres mala madre si dices ¡NO! No eres mala madre si le enseñas a tu hijo a sufrir las consecuencias de la desobediencia. Tampoco eres mala madre si le enseñas a tu hija a hacerse responsable por sus acciones y decisiones. La meta de toda buena madre debe ser que sus hijos sean capaces de gobernarse a sí mismos, aun en su ausencia.

  1. Las madres le enseñan a sus hijas a ser mujeres- Las niñas utilizan a las mujeres que las rodean como modelos. Es por eso que de niñas todas queremos ser como mamita, vestir su ropa y sus zapatos, esto lo hacemos incluso emocionalmente. Si nuestras hijas están rodeadas por mujeres antipáticas e inseguras, eso mismo imitarán - a menos que aprendan otro modelo.

  1. Las madres le enseñan a sus hijos a valorar a las mujeres- Cada vez que hablas mal de otra mujer, la irrespetas, o chismeas acerca de ella ante los ojos de tu hijo varón, le estás dando permiso para que él menosprecie a las mujeres. Cada vez que permites que un hombre te irrespete de la manera que sea, ante la vista de tu hijo varón, estás ratificando su maltrato futuro hacia la madre de sus hijos. Tu estimación de madre en cuanto a tu propia feminidad y tu actitud frente a la misma determinará cómo tu hijo varón valorará a las mujeres.

¿QUE HAGO PARA NO QUEDAR CON EL HOMBRE EQUIVOCADO?



En la mayoría de las relaciones en las que un hombre resultó ser una pesadilla, las mujeres no estaban completamente ignorantes. Hubo señales desde temprano. Aquellas mujeres que son honestas confiesan que hubo señales que ellas a menudo escogieron pasar por alto. Te dirán que no quisieron prestar atención, pensaron que seguramente él nunca les haría eso, o sinceramente pensaron que podrían componerlo a él.

¿Cómo puede pues una mujer evitar quedar atrapada en una relación con un hombre que no la merece?

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Contrario a la creencia popular, en la mayoría de las relaciones en las que una mujer ha sido traicionada por las mentiras y la infidelidad de un hombre, o en las que él simplemente resultó ser una pesadilla, las mujeres no estaban completamente ignorantes. Hubo señales desde temprano. Aquellas mujeres que son honestas en cuanto a su implicación en una mala relación, confiesan que hubo señales que ellas a menudo escogieron pasar por alto. Estas mujeres te dirán que no quisieron prestar atención, pensaron que seguramente él nunca les haría eso, o sinceramente pensaron que podrían componerlo a él.

El periodo de noviazgo es fundamental en una relación. Es el período de discernimiento. Es este el período en el que la armería más poderosa de la mujer – su intuición femenina- es puesta a prueba. Sin embargo hoy las mujeres tienden a pasar por alto muchos detalles esenciales de la fase del noviazgo. Estamos tan embelesadas por el romance, la atracción sexual, y el amor mismo que literalmente cerramos las ventanas de nuestra intuición femenina que nos fue dada por Dios. En su lugar nos posicionamos en un apuro ciego para asegurar un compromiso—aun si se trate del mismo Drácula. O hacemos lo opuesto; Iniciamos las relaciones con actitudes extremadamente acomodadoras porque no queremos que el tipo piense que estamos desesperadas.

Por otro lado, no hay tal cosa como iniciar una relación para “ver” hasta dónde llegarán las cosas. Todos llevamos nuestras intenciones ocultas para todo lo que emprendemos en la vida. Y desde el principio tenemos una idea bastante clara en cuanto al rumbo que deseamos que la relación tome.

Entonces, ¿Cómo puede una mujer evitar quedar atrapada en una relación con un hombre que no la merece?

La clave está en el período de discernimiento. Hay dos cosas que necesitas ubicar en esta etapa: primero, necesitas darte suficiente tiempo para conocerlo, y entonces necesitas encender tu intuición femenina en alerta máxima. Estos dos aspectos te harán capaz de tomar una decisión informada en cuanto a la posibilidad de que este hombre sea para ti, y hasta dónde necesitas llegar con él. Para ayudarte, he aquí una lista de esenciales mínimos para enriquecer tu discernimiento:

  1. Mantén tus ojos bien abiertos: Observa con cuidado a ese hombre. Mira cada gesto, cada movimiento. Su lenguaje corporal te dirá mucho acerca de quién es él. Hazle saber que lo estás observando. Esto hará que él esté al tanto de que tus ojos están abiertos. Pero ten cuidado, existen diferencias marcadas entre observar y espiar. El espionaje es un trabajo encubierto. Tu intención no es ponerlo a juicio. Por otro lado, la observación es hacer un esfuerzo deliberado por conocerlo mejor.
  1. Mantén tus oídos y tus ojos conectados: ¿Qué te está diciendo en realidad? No sólo lo que tú quieres oír. Escucha las insinuaciones, su tono, los cambios en el ritmo de su voz. ¿Hay una conexión entre sus palabras y sus acciones? ¿Está diciendo una cosa con su boca, probablemente lo que tú quieres escuchar, pero sus acciones demuestran lo contrario?
  1. Conoce con quiénes pasa su tiempo: ¿Quiénes son sus amistades? ¿Cuánto tiempo y de qué manera se dedica a ellos? Precaución: no te estamos diciendo que seas su policía, pero recuerda que las amistades en las que él invierte su tiempo probablemente formarán parte de tu círculo social en caso tal de que se casen. ¿Hay algunas amistades que sientes que no lo merecen? ¿Estás dispuesta a conversar respetuosamente acerca de tus inquietudes al respecto? ¿Cuán dispuesto está él a escuchar tu punto de vista?
  1. Conoce a su gente: Su interacción con su familia te dirá mucho acerca de su carácter. Si su familia no te acepta, pero él está dispuesto a enfrentarlos, esa puede ser una buena señal de fortaleza de carácter. Pero si no te aceptan y él nunca te defiende, ¡Cuidado! Necesitas conocer la posición que él te ha asignado en su vida. También necesitas conocer a su gente porque estos, en el futuro, se convertirán en tu familia también. ¿Puedes vivir con ellos? Si no puedes soportar cómo son y quiénes son, es mejorar reconsiderar. Después de la boda tú y él no se estarán mudando a una isla desierta. Estas personas, de muchas maneras, formarán parte de tu vida. Un detalle más, ¿Cómo trata a su madre? ¿Es respetuoso, apreciador, y cariñoso? Fíjate en esos detalles. La manera en que un hombre trata a su madre es reflejo de como te tratara a ti.
  1. Conoce sus sueños: La ambición es un factor muy importante para el progreso familiar. ¿Se mueve este hombre más allá de su posición en la vida o está contento con su situación actual? ¿Comparten sueños de crecimiento personal? ¿Están dispuestos a apoyarse al 110%? ¿Está su hombría ligada a su salario y sus logros personales? ¿Se molestará si ganes más dinero que él? ¿O qué tal si decides quedarte en casa con los niños y no trabajar?
  1. Mantén la mente abierta: Existe una línea muy delgada entre acosar y estar alerta. Y aunque necesitas estar alerta, también necesitas estar dispuesta a hacer funcionar las cosas. Necesitas tomar una larga y fría mirada a los hechos reales y decidir cuál de sus “defectos” estás dispuesta a tolerar por el resto de tu vida. Porque el amor no significa que lo cambiarás, ni que él te cambiará.
  1. Explora su mente y pensamientos: En otras palabras, es posible que necesitas hablar menos acerca de ti misma y tus asuntos, y destinar más tiempo para hacer preguntas. Necesitas saber lo que él piensa acerca de casi todo, porque no quieres sorpresas futuras. No asumas que conoces su forma de pensar si nunca lo ha compartido contigo. El motivo principal es que necesitas saber si puedes vivir con sus perspectivas acerca de la vida. Por otra parte, si él se molesta, piensa que eres necia, no quiere hablar, o se incomoda por algunos temas entonces tú necesitas decidir: ¿Puedes vivir con el nivel de comunicación que él ofrece?
  1. Recluta la ayuda de Dios: Una hazaña sencilla, pero la que más problemas nos provoca. A menudo nos cuesta un mundo pedir la ayuda de Dios en ese aspecto de nuestra vida. ¿Cuenta este hombre con la aprobación de Dios? Puede que él sea bueno para Sara o Tania, ¿Pero es bueno para ti? ¿Podrá este hombre sacar a relucir lo mejor de ti? ¿Serás tú la mujer que resalte lo mejor de él? Necesitas preguntarle al Señor: ¿Es este el hombre para mí? No existe ratificación mayor que Dios apruebe el hombre con quien pasarás el resto de tu vida.

REALIDADES DE LA MUJER EN EL SIGLO XXI

Image Sí bien es cierto, hemos recorrido una larga distancia como mujeres. Nos hemos forcejeado para salir de los lavaderos y posicionarnos en las salas de junta, pero aun no hemos llegado a nuestro destino.

En repetidas ocasiones nuestra comodidad personal nos ha empujado hacia ciclos viciosos de desconocimiento, negación e ignorancia. ¿Cuánto sabes tú acerca de los asuntos que afectan a la mujer en tu país? ¿Cuánto sabes acerca de los asuntos que afectan a las mujeres alrededor del mundo?

Las mujeres que actualmente están entre las edades entre los veinte y treinta a veces sienten que la lucha por la igualdad de géneros ya no es una prioridad en la agenda social, como lo era hace 40 ó 50 años. Esto porque estamos atrapadas en nuestros propios asuntos: nuestras relaciones con hombres, estableciendo una plataforma a nivel profesional, balanceando las responsabilidades del trabajo, los hijos y la escuela, etc. Estos asuntos son los que se han convertido en nuestra prioridad social. A veces olvidamos que nuestras madres y abuelas fueron las que llevaron las huellas de una era en la cual las mujeres no fueron tratadas con igualdad ni con justicia. Sin embargo, las voces de descontento de nuestras madres y abuelas fueron tan poderosas que pudieron derribar muchas barreras. Gracias a ellas, hoy gozamos de ciertos privilegios y oportunidades.

En conmemoración del Mes de la Mujer, nuestra lista presenta algunos de los desafíos que actualmente enfrentan las mujeres del siglo XXI. Es nuestro deseo darte las herramientas que te fortalezcan de tal manera que levantes tu voz, cuando puedas y como puedas. Utiliza esta información acerca de la condición real en que se encuentran las mujeres alrededor del mundo para educar a aquellos que están más cerca de ti, y para disipar la ignorancia.


  1. Las mujeres trabajan en exceso

Mujeres en todas partes del mundo están trabajando en exceso, y no reciben reconocimiento alguno. En algunos casos, ni siquiera se les paga. Mientras que las mujeres producen del 75% al 90% de las cosechas de alimento alrededor del mundo, también son responsables de hacer funcionar el hogar. Según las Naciones Unidas, en ningún país del mundo los hombres llegan a igualar, ni remotamente, la cantidad de tiempo que la mujer dispensa en quehaceres del hogar. Es más, no obstante a los esfuerzos de los movimientos feministas, las mujeres en los países Occidentales más ricos, también sufren desproporcionadamente. La mujer sigue siendo la que lleva la carga más pesada en cuanto a la educación de los niños, los oficios del hogar y el cuido y administración general de los asuntos familiares.


  1. Las mujeres son más pobres

Los sociólogos a menudo se refieren a este fenómeno como la “feminización de la pobreza” en donde, de cada tres adultos pobres en todo el mundo, dos son mujeres. La mayor parte de los 1.5 billones de personas en el mundo que sobreviven con un presupuesto menor a un dólar diario son mujeres. En nuestros días, la separación entre mujeres y hombres atrapados en el ciclo de la pobreza no está siendo revertida, como muchos han proclamado. De hecho ha seguido creciendo en la última década. A nivel mundial, en promedio las mujeres ganan un poco más que cincuenta centavos por cada dólar ganado por un hombre.

La consecuencia más nefasta que viene como resultado de que las mujeres vivan en pobreza es que a menudo se les niega el acceso a recursos de primera necesidad tales como lo son servicios apropiados de salud, crédito, tierra y herencia.


  1. Los medios de comunicación no presentan a las mujeres de una manera justa

A pesar de que es cierto que las mujeres han hecho avances agigantados en la industria de la comunicación— pues existe una mejor representación hoy día que hace 20 años—las mujeres siguen siendo limitadas a ciertos roles en televisión y cine. La estrella de telenovelas típica, la súper mamá, la gatita sensual, la ejecutiva maliciosa, la ama de casa desesperada. Además, somos bombardeadas por imágenes de mujeres y niñas que son inconcebiblemente delgadas y siempre con exceso de maquillaje.

La exclusión de las mujeres de acuerdo a su etnia es otro fenómeno notable. Por ejemplo, en los Estados Unidos, las mujeres secuestradas o perdidas con ciertas facciones físicas, particularmente blancas y rubias, reciben mayor atención de los medios que mujeres de ascendencia africana, asiática o latina. Como resultado, los casos de aquellas mujeres que recibieron mayor cobertura, fueron resueltos en menos tiempo.

En otros casos, el rol de la mujer perfecta como una foto portada de revista, a veces presentada por los medios desde programas de entretenimiento hasta noticieros, envían el mensaje que una cara bonita vale más que la inteligencia, y la destreza. Esto muchas veces promulga el status quo y los estereotipos culturales que influyen negativamente sobre mujeres y niñas. Esto ocurre en todas las naciones, desde las más ricas hasta las más pobres.


  1. Las mujeres trabajan más duro y ganan menos

El slogan informal de la Década de la Mujer se convirtió en “Las mujeres hacen la 2/3 parte del trabajo mundial, reciben el 10% de ingreso mundial y son propietarias del 1% de los medios de producción” Richard H. Robbins, en su libro Global Problems and the Culture of Capitalism (Los problemas globales y la cultura del capitalismo (Allyn and Bacon, 1999), p.354, escribe:

“De acuerdo a Inter Press Service, en una escala global, las mujeres cultivan más de la mitad del alimento que es cosechada. En África Sub-Sahárica y el Caribe, producen hasta el 80% del alimento base. En Asia, se encargan de cerca del 50% de la producción de alimento. En América Latina, ellas se dediquen a la subsistencia de la agricultura, la horticultura, la cría de gallinas y ganado pequeño. Sin embargo estas mujeres reciben poco reconocimiento por esto. De hecho, muchas no reciben un sueldo.”

Obviamente este problema no es un fenómeno tercermundista, pues en los Estados Unidos, de acuerdo a la mayoría de los reportes recientes: hasta el 2003, las mujeres que trabajaron tiempo completo aun ganaban aproximadamente 78 centavos de cada dólar que ganó un hombre que trabajó tiempo completo. Por mucho tiempo antes de eso, el promedio de salario de la mujer estaba cerca del 60% del salario del hombre.


  1. Las mujeres son las principales víctimas de violencia alrededor del mundo

AmnestyInternational.org reporta que la violencia en contra de mujeres y niñas es el desafío más grande para los derechos humanos. No respeta límites culturales ni religiosos, ni estatus social, político o económico. Para muchas mujeres, el hogar se ha convertido en un lugar de terror, aun en las sociedades adineradas.

Cada minuto en Gran Bretaña hay una llamada para ayuda por violencia doméstica. En Ciudad Juárez, ciudad fronteriza entre Méjico y Estados Unidos, más de 370 mujeres, la menor de sólo11 años de edad, han sido secuestradas, brutalmente torturadas, violadas y asesinadas sin que las autoridades tomen medidas pertinentes para investigar y enfrentar el problema. En los Estados Unidos 7000,000 mujeres son violadas cada año. En Sur África, las jóvenes adolescentes corren mayor riesgo de ser violadas. El 50% de todos los asesinatos en Bangla Desh ocurren porque las mujeres son asesinadas por su pareja. Alrededor del mundo 120 mil millones de niñas tienen sus genitales mutilados. De acuerdo a cifras proporcionadas por le Banco Mundial, por lo menos una de cada cinco mujeres y niñas son golpeadas y abusadas sexualmente en algún momento de su vida—esa es una estadística vergonzosa para iniciar el siglo XXI.

En Pakistán, cientos de mujeres son asesinadas por sus padres o hermanos en nombre del honor. Novias son quemadas en la India porque no ofrecen suficiente dote. En partes de África, las niñas son sometidas a mutilación genital en nombre de la religión y la cultura. El adulterio o el embarazo extramarital son crímenes por los cuales muchas mujeres son sentenciadas a muerte a pedradas en muchos países. En Arabia Saudita, 15 niñas murieron en un fuego porque era prohibido salir de la escuela sin velo y sin ser acompañada de sus familiares del sexo masculino.


  1. Las mujeres son las más grandes víctimas de la guerra y de conflictos internos

Las mujeres son muchas veces las víctimas olvidadas de la guerra. Cuando las naciones deciden entrar en guerra, a pesar de que en su mayoría los hombres son llamados a luchar, las mujeres permanecen en casa y se espera de ellas que continúen con sus actividades como de costumbre. Muy poco se dice acerca del peso emocional y psicológico que cargan estas mujeres.

Por otro lado, existe una realidad pocas veces reportada acerca de las mujeres atrapadas en el fuego cruzado. Desde IRINNews.org: La expulsión y destrucción masiva de comunidades ha resultado en dispersión y vida dura para un número enorme de mujeres y niños. La mayoría de mujeres y niños son forzados a huir del país, mientras que los miembros masculinos de la comunidad son ejecutados o pierden el contacto con sus familias.

Un sorprendente 50% de todas las mujeres de Sierra Leone fueron sometidas a actos de violencia sexual, incluyendo violación, tortura y esclavitud sexual, según un informe en el 2002 por Physicians for Human Rights (Médicos Defensores de los Derechos Humanos). En Liberia, aproximadamente un 40% de todas las mujeres y niñas han sido víctimas del abuso. Durante la guerra en Bosnia y Herzegovina en los años 1990, entre 20,000 y 50,000 mujeres fueron ultrajadas.

Definitivamente, donde sea que haya conflicto, ya sea en Argelia, Myanmar, Sudan, Uganda, Sierra Leone, Bosnia, Timor Oriental o Kosovo, la violencia en contra de la mujer llega a proporciones epidémicas. Muchos investigadores sienten que esto viene como resultado del oportunismo violento masculino, pero que es un arma de guerra. Amnistía Internacional ahora considera la violación como una herramienta de “limpieza étnica” que incluye el embarazo de niñas. El siguiente documento en inglés en formato PDF “Our Bodies Their Battle Ground: Gender-based Violence in Conflict Zones” (Nuestros cuerpos sus campos de batalla: la violencia de basada en géneros en las zonas de conflicto) comparte unos relatos sorprendentes y reales de mujeres atrapadas en la línea de fuego: http://www.irinnews.org/webspecials/GBV/gbv-webspecial.PDF


7. Las mujeres siguen siendo traficadas para la esclavitud

La esclavitud sigue viva en nuestro mundo. Cada año, un promedio de 4 millones de mujeres y niñas son compradas y vendidas a nivel mundial, ya sea para la prostitución forzada, la esclavitud, o matrimonios obligados. Aproximadamente entre 45,000 y 50,000 mujeres son traficadas anualmente a los estados Unidos, tradicionalmente desde Asia Sureste y Latinoamérica, sin embargo hay una nueva ola proveniente de Europa Central y Oriental.

El siguiente documento en inglés en formato PDF es un artículo muy bueno que incluye estadísticas alarmantes en cuanto al tráfico de mujeres alrededor del mundo.

http://www.zonta.org/site/DocServer/Trafficking_New_War_Women_April_2003.pdf?docID=601


Ya no hay judío ni griego;

no hay esclavo ni libre;

no hay varón ni mujer;

porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”

(La Biblia Gálatas 3:28)

¿POR QUE LAS MUJERES NO CONFIAN EN LOS HOMBRES?


Las estadísticas son alarmantes: 7 de cada 10 divorcios son resultado de la infidelidad. De estos, en 5 de los casos el hombre fue infiel. ¿Estarán confirmando los hombres que no pueden ser fieles? ¿Será que la infidelidad es un asunto de hombres? Dadas las condiciones ideales, la mayoría de los hombres confiesan que cederían ante la tentación de tener un encuentro sexual con una mujer con la cual no tienen ningún compromiso. Como resultado de esto, la mayoría de nosotras hemos también llegado a creer que la infidelidad es normal entre los hombres. ¿Y Por qué no? Si los mismos hombres se han creído esta mentira, y la han promulgado. De hecho, hemos llegado a creerlo hasta el punto en que en muchas de nuestras relaciones la infidelidad se ha convertido en una auto-profecía que se cumple.

Como si eso no fuera lo suficientemente alarmante, el Centro para el Control de Enfermedades de Norte América (North American Center for Disease Control) reportó que de los 415,193 nuevos casos de SIDA documentados en el 2004, el 77% fueron hombres, de los cuales el 58% fueron infectados por mantener relaciones sexuales con otros hombres. De las 93,566 mujeres y adolescentes restantes con SIDA, el 64% fueron expuestas al virus por contacto heterosexual con sus parejas. Un resultado directo de una tendencia social disfuncional conocida como down low en inglés: hombres que secretamente son homosexuales pero que viven vidas publicas “rectas” con sus esposas y novias.

Aunado a esto, están las innumerables historias de hombres que tienen amoríos ilegales, en algunas ocasiones por muchos años, al mismo tiempo en que están legalmente casados. Este hecho simplemente empeora la situación.

Sin embargo, a pesar de todo esto las mujeres inician una relación confiando en que éste será el hombre que las tratará bien. Que éste no será como su papa quien abandonó a su mamá, ni como el marido o novio infiel de la amiga.

Lo que la mayoría de los hombres y las mujeres no entienden es que la mujer ama de una manera distinta a la forma en que lo hace el hombre. Muy pocas mujeres aman de media gana. Una mujer o te ama o no te ama. Y a pesar de que ellas, al igual que los hombres pueden estar en una relación por motivos puramente egoístas como temor a la soledad o la búsqueda de estabilidad financiera, una mujer tiene mucha más dificultad fingiendo, especialmente cuando al sexo se refiere. Cuando una mujer ama, lo hace con su mente, cuerpo y alma. Un hombre, sin embargo puede amar con su cuerpo, desconectar la mente y no involucrar para nada su corazón.

Como consecuencia, la traición por parte del hombre que ella ama y en quien confía, el hombre en el que ella ha depositado su corazón, cuerpo y alma, puede ser emocionalmente devastador para una mujer. Debido a esto para una mujer el dolor de un corazón herido puede tomar mucho más tiempo en sanar. Algunos expertos calculan que hasta diez años. Ella funciona, hace las mímicas, hace todo lo que tiene que hacer pero por dentro lleva la carga del dolor de la traición. Le ha cicatrizado el alma hasta el punto en que algunas mujeres se paralizan, no pueden volver a entregarse y se trasladan a otras relaciones llevando esta carga de desconfianza.

A los hombres les cuesta entender que cuando le rompen el corazón a una mujer han pisoteado la esencia de su feminidad. Un corazón quebrantado no sólo causa que ellas desconfíen de los hombres, pero también ellas empiezan a dudar de su valor como mujer. Aunque no lo ponga en palabras, muy en el fondo ella siente que fracasó como mujer. No tuvo lo que se necesita para retener a un hombre. Su enojo incontrolable y celos insensatos son simple manifestaciones de sus sentimientos de fracaso.

Los hombres necesitan entender que mientras para ellos tener un amorío es simplemente un juego de experimentación, una búsqueda por validación de su atractivo sexual vibrante para la mujer, quien es víctima de la infidelidad, significa dos cosas: extrema traición y prueba de una feminidad imperfecta. Ha sido estafada de su confianza y de su valor como mujer.

No obstante, mientras la infidelidad, al igual que la muerte o la enfermedad es una posibilidad en cualquier relación, no tiene que ser una condición prescrita. A diferencia de la muerte y la enfermedad, la infidelidad es una elección. Y si ocurre, la manera en la cual lidiamos con esta en nuestra relación también es cuestión de elección.

LA GUERRA DE LOS SEXOS

La lucha por la igualdad y la justicia ha puesto a las mujeres a en un largo viaje de auto-descubrimiento y lucha. Hemos recorrido mucho camino pero aun no hemos arribado a nuestro destino final. A pesar de que faltan aun más obstáculos por vencer, las mujeres hoy día podemos decir que tenemos más oportunidades de las que tuvieron nuestras madres y muchas más de las que nuestras abuelas podrían haber soñado. Pero nuestra lucha por la igualdad ha traído consigo muchas pruebas. La guerra de los sexos sigue viva en nuestros lugares de trabajo, comunidades, iglesias y hogares—convirtiéndose en una constante fuente de discordias entre hombres y mujeres y muchas veces obligándonos a retirarnos a nuestras respectivas esquinas en derrota. Sin embargo, es importante que como mujeres no nos dejemos llevar en el afán de ser asertivas, tanto que olvidemos tomar en cuenta el efecto que nuestro recorrido ha tenido en los hombres. Pues al final del día los hombres pueden convertirse en nuestros más grandes solidarios o nuestros más fuertes oponentes.

Las mujeres hemos tenido que comprobar con nuestros cerebros y destrezas que en verdad tenemos lo que toma. Diariamente somos sometidas a pruebas para demostrar—a veces más que nuestra contraparte masculina—que somos dignas de la igualdad y que podemos lidiar con la presión y ser igual de productivas. Como consecuencia, la palabra multi-tarea fue inventada por y para las mujeres. La mujer promedio tiene múltiples roles. Es cuidadora, amante, profesional, sanadora, ama de casa, cocinera, nutricionista, consejera, motivadora, organizadora—y la lista continúa. Es como si hubiésemos luchado para obtener el derecho a traer a casa el tocino, y lo logramos, pero nos sigue tocando cocinarlo, compartirlo, servirlo y aunado a eso también nos toca lavar la olla y limpiar la cocina.

Como si nuestra carga de multi-tareas no fuera suficiente, nos encontramos ante constantes incertidumbres en cuanto a nuestras relaciones con los hombres. Los extremos negativos parecen ser comunes entre nosotras. Solo escuchamos de, sabemos de y nos movemos hacia aquellos hombres que nos maltratan, abusan y dominan. Y estos reportajes negativos a menudo sirven para echar una sombra tenebrosa sobre todos los hombres y los etiquetamos como seres descorazonados en los cuales no se puede confiar, con los que no se puede contar. Esta también es la razón por la cual tantas mujeres perciben que no hay hombres buenos allá afuera.

A menudo la guerra de los sexos parece nutrirse más de relatos de hombres que son un terror y no de los hombres nobles que hay entre nosotras. De esta manera los hombres buenos pierden. Las mujeres han llegado a creer que los hombres buenos simplemente no existen. Por lo tanto no creamos espacio ni expectativa para ellos en nuestras vidas. Por otra parte, a veces los hombres buenos puedan estar a nuestro alcance pero simplemente porque hemos sido condicionadas para creer que un hombre debe ser dominante, no sabemos cómo aceptar a un hombre bueno en nuestras vidas. Hemos equivocadamente igualado “el sexo dominante” a la tosquedad, el control y la agresividad. Por lo tanto en nuestras mentes un hombre real debe cumplir con esta definición.

A la vez, los hombres buenos pierden con otros hombres. Los hombres han sido condicionados para creer que un hombre real siempre debe tener todo bajo control. Y tener todo bajo control también significa dominar, mandar, oprimir, llevar siempre la delantera. Cuando los hombres no ven estas señales en otros hombres lo califican como debilucho. Es probable que hayas visto esto en aquellos casos en que un hombre bueno se casa con una mujer confiada e independiente. El juicio popular en contra de estas relaciones es que ella es la que lleva los pantalones en la relación. Esto no es necesariamente cierto.

Los hombres buenos también pierden cuando las mujeres tratan de feminizar la masculinidad. Algunas mujeres creen que un buen hombre debe ser suave y gentil, casi femenino en su trato. Recientemente los diseños de moda creados para hombres eran catalogados con la definición moderna de hombre “metro-sexual”. Un hombre con un fuerte sentido estético y que invertía grandes cantidades de dinero en su apariencia y estilo de vida. Esto simplemente ha servido como otra generalidad engañosa acerca de la hombría. Por otro lado, en protesta a la metro-sexualidad, Horacio Silva del New York Times utilizó el término “menergía” para describir la “energía anti-metrosexual e híper-masculina” que ahora circula por las pasarelas. Los hombres buenos no necesitan ser feminizados ni estereotipados como machos. ¿No puede haber un balance?

Es por esto que necesitamos un cambio de paradigma, uno que le dará al hombre bueno una oportunidad. Una pareja puede tener dos tipos de personalidades fuertes y si aprenden a trabajar en harmonía pueden llegar a ser un equipo. Necesitamos cambiar la idea de que solo una receta de “los polos opuestos se atraen” funciona para una buena relación. En otras palabras, en toda buena relación uno debe ser sumiso mientras que el otro debe ser el agresor. Necesitamos ver las relaciones con la mentalidad de que cada persona complementa a la otra en lugar de que cada persona trata de sobrepasar a la otra.

Las mujeres necesitan repensar la definición que propone que el hombre necesita ser dominante y controlador para ser definido como un hombre real. Los hombres también necesitan cambiar la tesis que dice que la mujer debe ser sumisa y callada para cumplir con la definición de una buena mujer. Cuando quedamos sujetos a estas ideas convencionales estamos erradicando el concepto de propósito divino. En otras palabras, Dios ha dotado a cada uno de sus hijos con dones y talentos especiales. Cuando un hombre y una mujer se unen, sus propósitos divinos, sean cuales fueren, deben armonizar y crear equilibrio en la relación. Ninguno de los dos debe dejar de ser u ocultar su individualidad para que el otro sea el/la más fuerte. Los hombres y las mujeres necesitamos redefinir nuestro rol y vernos unos a otros como socios en lugar de oponentes. De esta manera ambos dejaremos de sentirnos amenazados y las mujeres buenas empezarán a crear el espacio para los hombres buenos.

COMO SALVAR A NUESTRAS CHICAS DE NOVIOS ABUSIVOS



Es una crisis social de la cual raras veces se conversa—muchachas jóvenes abusadas por sus novios. De hecho, el abuso de mujeres jóvenes se ha vuelto tan común que cuando una joven es reportada como desaparecida, la policía primero les pregunta a los padres si hay un novio. A veces las autoridades hasta sugieren que se escapó con el novio. La suposición es, entonces, que esto es lo que las jóvenes hacen, y es normal. A los padres les puede resultar ser una situación en la que no tienen manera de ganar. ¿Podrán proteger a sus hijas? Tantas muchachas han perdido la vida o han sido seriamente agredidas por novios, sin embargo esta epidemia creciente de relaciones juveniles tóxicas pocas veces es mencionada en nuestras familias, comunidades, escuelas o iglesias; precisamente los lugares que deberían contribuir al fortalecimiento emocional de nuestras niñas.

Hecha un vistazo a estos datos estadísticos:

Cuarenta por ciento de jóvenes adolescentes entre las edades de 14 y 17 dicen que conocen a alguien de su edad que ha sido golpeada o agredida por un novio.

  • En un estudio, entre 30% y 50% de las estudiantes de nivel medio reportaron haber sido víctimas de algún tipo de violencia por parte del novio.
  • Una encuesta de 500 mujeres jóvenes encontró que el 60% estaba actualmente involucrada en una relación abusiva y todas las participantes habían experimentado algún tipo de violencia durante un noviazgo.
  • Más de la mitad de las jóvenes violadas (68%) conocían al violador como un novio, amigo o conocido casual.
  • Seis de cada diez violaciones carnales a mujeres jóvenes ocurren en sus propias casas, la casa de un amigo o pariente, y no en un callejón oscuro.

Es obvio que mientras escojamos ignorar los hechos, nuestras hijas, sobrinas, nietas y ahijadas se están convirtiendo en presas de relaciones tóxicas. Demasiadas jóvenes se encuentran enredadas con novios iracundos quienes diariamente las controlan, acosan y violentan. Están en todas partes, caso tras caso de mujeres jóvenes brillantes con gran potencial quienes caen en relaciones tóxicas y quedan atrapadas. Las relaciones tóxicas entre jóvenes no respetan color, edad, estatus económico, clase y ni siquiera vecindad— puede ocurrirle a cualquiera muchacha de cualquier lugar.

¿Con quiénes pueden contar estas niñas para encontrar ayuda? Sus amigas a menudo no pueden ofrecer mucha ayuda pues ellas mismas son incapaces de diferenciar entre una relación saludable y una tóxica. Muchas veces sus padres están recargados, embrollados o simplemente no tienen la menor idea de lo que ocurre, más aun si las madres mismas han sido o son víctimas de relaciones tóxicas. Sus escuelas e iglesias no ofrecen mucho refugio pues muy poco se habla del tema. Estas niñas están en un tren de dolor emocional y físico, creyendo que se merecen el abuso o que el amor verdadero debe ser así.

¿Qué podemos hacer nosotras, las que estamos preocupadas? En primer lugar, necesitamos ayudar a las niñas a reconocer algunas señales claras de que están involucradas en una relación tóxica.


Esta lista puede ser de ayuda:


  • Sientes que tienes que caminar sobre cascaritas de huevo para evitar que él se enoje contigo y le temes a su ira.
  • Sientes que no puedes vivir sin él. Además él te dice que sin él no eres nadie.
  • Has dejado de ver a tus amigos y familiares, o has dejado de participar de ciertas actividades porque a él no le gustan.
  • A menudo lo complaces porque tienes temor de herir sus sentimientos; tienes la necesidad de “rescatarlo” cuando está en problemas.
  • Sientes que eres la única que puedes ayudarlo y que deberías tratar de “cambiarlo”.
  • A veces presentas excusas por su comportamiento o lo justificas delante de otros.
  • Sientes que no se te permite estar en desacuerdo con él.
  • Te quedas porque te ha dicho que se quitará la vida si lo dejas.
  • Crees que sus celos con señal de amor.
  • Has sido pateada, golpeada, empujada, o te ha lanzado cosas cuando está enojado o celoso.
  • Te critica mucho y le crees las cosas que dice para hacerte sentir mal contigo misma.
  • Te dice que hay algo malo contigo si no disfrutas de las cosas sexuales que te obliga a hacer.
  • Él cree en las ideas tradicionales de lo que debe ser y hacer un hombre y una mujer— que el hombre toma las decisiones y la mujer lo complace.
  • Fue abusado de niño o presenció el abuso de su mamá.
  • No tiene una relación significativa con su padre.
  • Tú fuiste abusada de niña o presenciaste el abuso de tu madre.
  • No tienes una relación significativa con tu padre.

Con el fin de fortificar emocionalmente a nuestras chicas para que reconozcan las señales y se mantengan alejadas de las relaciones tóxicas necesitamos establecer relaciones significativas con ellas. Estas relaciones deben estar basadas en la confianza y no en el juicio. Las chicas necesitan sentirse libres para ser reales, y nosotras necesitamos escuchar y ofrecer buenos consejos. Necesitamos enriquecer su autoestima ayudándolas a comprender su valor.

No te canses de decir que el abuso no es amor. Nuestras chicas necesitan ser facultadas para saber que es importante que se desenmarañen en cuanto detecten el mínimo indicio de abuso. El abuso siempre empeora. Nuestra jóvenes también deben entender que nunca podrán cambiar a un hombre, es una ilusión que muchas mujeres llevan hasta la tumba. Si él es abusivo, necesita ayuda profesional, y ella, a pesar de todo su amor, no puede ayudarlo.


Como mujeres necesitamos empezar a compartir nuestras historias con nuestras jóvenes. Nuestras experiencias deben servir como peldaños para que ellas puedan escalar más alto. Salvar a nuestras jóvenes no será una tarea fácil. No todas las chicas escucharán, no todas las chicas aprenderán. Es posible que no ganemos la guerra pero una vida a la vez podemos ganar muchas batallas y salvar muchas vidas.Ve el cambio de geneeración, si pasas de 30 años, voltea aver a las de veintitantos o menos... te darás cuenta de la importancia, no seas indolente y ayuda...

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