CRÓNICA DE UN ADIÓS
Estoy buscando una sola razón para quedarme, pero no la encuentro. Al final los dos nos rendimos.
Luchamos juntos, luchamos separados, luchamos todos los días por continuar unidos, por amor, por demostrarle al destino que no se había equivocado con nuestro encuentro, porque juntos a veces funcionábamos como un gran equipo, porque muchas veces me ayudaste a no ahogarme, porque otras veces reparaste mis alas y me impulsaste a continuar el vuelo.
Y yo creo, al menos eso quiero pensar, que correspondí igual en todo momento. Pero nada de eso fue suficiente para construir una vida juntos, porque así como tanto nos quisimos también llegamos a odiarnos en los momentos más absurdos.
No puedo quedarme, necesito sanar estás heridas. Ya me cansé de perseguirte con mis miedos, de acusarte de mis penas, de no encontrar paz contigo.
Y como dice aquella canción, no es falta de cariño, te quiero con el alma. Siempre voy a desearte lo mejor, pero amor mío, tú y yo nos convertimos en una bomba de tiempo que en cualquier momento explota. Nunca hubo grises entre nosotros, todo era blanco o negro, amor intenso u odio. Y ya me harté de tantos pleitos y tantos gritos que terminan en un abrazo, y en un: podemos volver a empezar.
Hay que admitir que el tiempo que estuvimos juntos fue de aprendizaje, pero también que ya es momento de que cada uno resuelva sus problemas solo. Quizá más adelante estemos listos para amar como debe ser el amor, un refugio, un hogar, aunque ya no sea juntos.
#SueZurita
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